Todo lo escrito es real aunque parezca lo contrario. Existen pruebas gráficas.
Podría parecer una performance de Banksy o una parodia del Saturday Night Live , pero no, existe. Se llama Trump International Hotel Las Vegas y es el único hotel de lujo de toda la ciudad sin casino. Repito: sin casino. En Las Vegas¡. Como si una heladería no vendiera helados o una boda exprés no tuviera arrepentimiento. Aquí se viene a descansar, a ver Fox News y, con suerte, a encontrarte a alguien llamado Kyle gritándole a un camarero por el azúcar. Real.
El edificio, inaugurado en 2008, tiene 64 plantas, más de mil habitaciones y un color predominante: el dorado. Dorado en las cortinas. Dorado en las lámparas. Dorado en los pomos de las puertas, en los ascensores, en el alma del recepcionista. Es como dormir dentro de una medalla olímpica pero sin el honor del deporte.
El hall brilla con una intensidad sospechosa, como si intentara convencerte de algo. Justo después del mostrador de recepción aparece The Trump Store . La tienda es una mezcla entre souvenir de aeropuerto y mitin de campaña. Gorras rojas con el Make America Great Again bordado en letras que podrían haber escrito los mismísimos ángeles vengadores. Camisetas, sudaderas, imanes para nevera, tazas, bolígrafos, fundas para móvil y barajas de cartas donde el comodín es, por supuesto, la cara de Donald. Todo a precios tan elevados como su ego.

The Trump Store, todo tipo tipo de productos a mayor gloria del magnate que preside los Estados Unidos
En el restaurante-bar todas las televisiones están sincronizadas con Fox News. Ni CNN, ni CBS, ni MSNBC. Solo Fox News y partidos de béisbol. Un universo paralelo donde todo está bien si tienes la bandera correcta y el apellido adecuado.

El hotel de Trump, en la noche de Las Vegas
El hotel, eso sí, es un poco el primo lejano del Strip. No está junto al Bellagio ni el Caesars Palace ni el MGM Grand. Está ligeramente apartado, como si incluso la ciudad necesitara un poco de distancia con según qué shows. Pero a su manera, el Trump Hoteles un santuario. Tiene una excelente piscina olímpica y, después de siete horas de retraso en Zúrich y un jet lag de caballo percherón, nada mejor que lanzarse al agua con los ojos del Pato Lucas.
La banda sonora de la piscina parece elegida por un DJ patriótico nostálgico. Suena primero American Pie de Don McLean, versión extendida. Luego Sweet Caroline , que todo el mundo canta aunque nadie sepa por qué. Después, With or Without You de U2... y al cabo de unas cuantas, estalla el YMCA . En ese momento el cloro se convierte en ideología.
Un hotel con vistas privilegiadas y situación peculiar
El hotel de Donald Trump en Las Vegas no está en la zona conocida com The Strip (Las Vegas Boulevard). El alto hotel, con forma de lingote de oro, se encuentra a pocos metros pero distanciado del centro. Eso regala a sus clientes unas vistas espectaculares y una evidente sensación de aislamiento. La mayoría absoluta de los huéspedes son seguidores de Trump. Como muestra la tienda, siempre con gente comprendo algún souvenir con la cara del presidente
En la piscina hay un matrimonio inolvidable: él, con pinta de marine retirado, gafas oscuras y tatuaje de águila. Ella, perfectamente estirada, con bikini de lentejuelas. Los dos bañadores con la bandera americana. Entran en el agua a cámara lenta.. Es cuando aparece un niño con otro bañador con la bandera... y sombrero de cowboy. Me doy por vencido. Me largo.
Esta noche tengo concierto de los Backstreet Boys. Empiezo a sospechar que todo, efectivamente, es susceptible de empeorar.