El Gran Recapte, una de las mayores iniciativas solidarias que se organizan en Catalunya, busca año tras año la complicidad de miles de personas a título individual para ejercer de voluntarios. Menos conocida pero también importante es la implicación de las empresas.
Y este martes el Banc dels Aliments, fundación organizadora del evento, hizo una llamada para que las corporaciones participen en una iniciativa que el año pasado recaudó 6,1 millones de euros entre donaciones económicas y de bienes de primera necesidad. Aproximadamente, representa un 11% de lo que gestiona el banco a lo largo del año. Todo para alcanzar un reto mayúsculo: ayudar a las personas en riesgo de exclusión social en Catalunya, en un contexto con un 34,8% de los menores de 16 años en peligro de pobreza.
Momento de la mesa redonda celebrada en Pimec
“Las empresas también se transforman cuando colaboran con las entidades sociales”, aseguró la directora del Banc dels Aliments de Barcelona, Elisabet Viladomiu, durante una mesa redonda moderada por Rosa M. Bosch, periodista de La Vanguardia. Las firmas tienen varias formas de colaborar con el Gran Recapte. En primer lugar, difundiendo el evento. Este año se impulsará un aplicativo que, de forma sencilla, permite crear un póster sobre el acontecimiento.
Otro método es ejercer de voluntarios, en una actividad que también sirve para “crear equipo”, en una de las dinámicas que hace ya tiempo que se están poniendo de moda en las empresas. En este sentido, una de las maneras es apadrinar un supermercado y animar a la participación ciudadana en alguno de los miles de puntos de recogida de alimentos. En ocasiones especiales, también se impulsa que las organizaciones participen en la clasificación final de los alimentos.
Otra de las maneras que las empresas tienen de colaborar con el Gran Recapte es crear su propio supermercado solidario a través de internet. Por último, también pueden hacer aportaciones económicas a la iniciativa.
“Hay marcas con valor añadido y el Gran Recapte es una de ellas. La pequeña y mediana empresa tiene una gran oportunidad colaborando con ella”, expuso el cocinero y comunicador Arnau París. El ganador de MasterChef 2021 y colaborador de 3Cat , defendió no idealizar algunas ideas cuando se habla de ayuda alimentaria: “No le podemos pedir al Banc dels Aliments que todos los alimentos sean de kilómetro cero”.
La fundación puede ser clave en el despliegue de la nueva ley contra el desperdicio de alimentos
“Cuando las empresas colaboran con entidades del tercer sector, es importante que piensen que colaboran entre iguales”, expuso Joan Fontrodona, profesor y director del departamento de Ética Empresarial de Iese. En un mundo donde las métricas imperan, reconoció que es “complicado” medir el impacto social de las empresas. “Estamos trabajando en ello”, agregó.
La colaboración entre empresas y el Banc dels Aliments puede ir mucho más allá del Gran Recapte, especialmente cuando se despliegue la nueva ley de prevención de pérdidas y desperdicio alimentario. En ella, se priorizan planes empresariales para no derrochar y para que los excedentes aptos para el consumo acaben destinados a personas. Además, insta a llegar a acuerdos con asociaciones como el Banc dels Aliments para hacerlo posible. “Podemos ser la solución para las empresas durante todo el año”, remarcó Viladomiu.

