La manifestación de Barcelona acaba con al menos 15 detenidos por altercados 

Protesta

Una huelga de escaso seguimiento complica en extremo la movilidad

Horizontal

En la calle Tarragona un grupo quemó varios contenedores

Miquel Muñoz / Shooting

Pocas veces una huelga con tan poco seguimiento, a todas luces extemporánea, había conseguido complicar al máximo la vida de miles de ciudadanos en toda España y, sobre todo, en las grandes ciudades como Barcelona y sus accesos, que vivieron una jornada caótica y que puso a prueba la paciencia del más calmado. Numerosas manifestaciones a diversas horas del día; actuación de piquetes y reaparición de las capuchas y pasamontañas; reducción del servicio en el transporte público; cortes de calles y carreteras; el sorprendente papel jugado por los sindicatos, incapaces de adaptarse al momento actual y de dar marcha atrás a una movilización por Palestina que llega tras dos años de sangriento conflicto pero justo cuando el proceso de paz da sus primeros pasos... Las anteriores y algunos incidentes aislados por la mañana y de mayor importancia por la tarde, lo que motivó la intervención policial, fueron algunas de las notas de una huelga que en Catalunya contó con el apoyo de diversas formaciones políticas como la CUP, los Comuns y ERC. también el alcalde de Barcelona, el socialista Jaume Collboni, expresó su apoyo a las movilizaciones.

Lee también

Al menos 15 detenciones en una nueva jornada de movilizaciones por Palestina en Barcelona

La Vanguardia
Horizontal

El corte de carreteras provocó el efecto multiplicador de la protesta que buscaban los manifestantes. Las principales afectaciones en la red viaria catalana se dieron en la C-25 y la C-17 en Vic, la N-II en Mataró y, sobre todo, en la Ronda Litoral de entrada a la capital catalana, que permaneció cerrada entre las 8 y las 11 de la mañana por la acción de no más de 200 personas. La interrupción de la circulación en esta vía congestionó toda la B-10 y la A-2 hasta la altura de Sant Andreu de la Barca, así como la A-23 hasta pasado el Papiol. Fue precisamente en la Ronda Litoral donde los Mossos d’Esquadra cargaron contra un grupo de manifestantes que pretendían impedir el acceso a Barcelona y la actividad en puntos estratégicos como el puerto o la Zona Franca. A lo largo del día también la AP-7 registró cortes puntuales en diferentes tramos. En las redes sociales, la incomprensión por la actuación de estos piquetes alcanzó altos niveles de indignación. Muchos ciudadanos se preguntaron el porqué de esta convocatoria en un momento en el que precisamente se abre una esperanzadora oportunidad y no compraron los argumentos de los sindicatos y partidos políticos que llamaron a la movilización aduciendo que con ella quieren contribuir a construir una paz duradera.

Manifestación unitaria de la huelga por Palestina en Barelona. 15-10-2025. Foto: Miquel Muñoz / Shooting.

La manifestación unitaria reunió a unas 15.000 personas según la Guardia Urbana 

Miquel Muñoz / Shooting

La huelga también incidió en el funcionamiento de Rodalies, que a sus problemas habituales sumó la supresión de una treintena de trenes como consecuencia de la huelga. No obstante, fuentes de Renfe señalaron que el seguimiento de la jornada de paros fue mínimo y que se cumplió el 97% del servicio de un día laborable. Aunque los servicios mínimos eran de un 66% para todo el transporte público, Renfe apostó por salir con el 100% de los trenes, lo que provocó una gran confusión entre los usuarios, que tenían en la web unos listados publicados de los servicios mínimos mientras en los buscadores de la aplicación aparecían todas las circulaciones. Por lo que respecta a otros operadores, el seguimiento de la huelga, según informaron las diferentes compañías fue también “muy bajo”. Ferrocarrils de la Generalitat y metro y bus de Transports Metropolitans de Barcelona informaron que operaron con normalidad.

El cordón policial impidió a los pasajeros salir y entrar a la estación de Sants

El cordón policial impidió a los pasajeros salir y entrar a la estación de Sants

Mane Espinosa

A lo largo del día se fueron sucediendo diversas manifestaciones. En Barcelona, tres de cierta entidad. Una de ellas fue convocada por UGT y Comisiones Obreras, que congregó a un millar de personas frente a la sede de la representación de la Comisión Europea, en el paseo de Gràcia, donde entregaron un documento en el que piden a las autoridades comunitarias que el alto el fuego sea “permanente y verificable”, que la ayuda humanitaria y su acceso estén asegurados y que el control de Gaza por parte de las autoridades palestinas se desarrolle en un plazo temporal concreto, entre otras reivindicaciones.

La manifestación culminó, tras varios incidentes, ante el consulado de Israel; allí se lanzaron cohetes

Más concurrida –unas 7.3000 personas, según la Guardia Urbana– y con un desenlace con incidentes fue la marcha estudiantil que partió de la plaza Universitat, recorrió la Gran Via hasta la calle Tarragona y terminó en la estación de Sants. Al término de la manifestación un grupo de manifestantes trató de acceder a las instalaciones ferroviarias, cosa que impidió el cordón policial de los Mossos. Este despliegue policial bloqueó los accesos a la estación, con lo que los pasajeros que estaban dentro no pudieron salir, y los que estaban fuera, no podían entrar. Antes, se produjo algún que otro lanzamiento de piedras y otros objetos contra establecimientos comerciales como el Burger King de la calle Tarragona o el Mc Donald’s de la propia estación de Sants. La manifestación condenó “la normalidad cotidiana ante el genocidio, el colonialismo, la ocupación militar y el apartheid impuestos por Israel al pueblo palestino” y la complicidad internacional.

Horizontal

Vehículos parados en la Gran Via como consecuencia de los cortes provocado por una de las manifestaciones

Alejandro García / EFE

La manifestación de la tarde, convocada por Prou Complicitat amb Israel y la Comunitat Palestina de Catalunya, fue escenario de varios momentos de tensión que obligaron a los Mossos a utilizar gas pimienta. La manifestación partió de la estación de Sants, donde se produjo el primer incidente y siguió por la calle Tarragona. Allí un grupo colocó sobre el asfalto una docena de contenedores a los que prendieron fuego, lo que obligó a los bomberos a intervenir. Los Mossos d’Esquadra informaron anoche que detuvieron a 15 personas por desorden público. Este episodio provocó que se dividiera la manifestación: por un lado, el grupo de los altercados se atrincheró tras los contenedores en medio la calle y el grueso de los manifestantes, 15.000 según la Guardia Urbana, siguió la marcha hacia plaza España y el consulado de Israel, en la Diagonal.

Lee también

Barcelona firma un convenio de colaboración con la ciudad palestina de Ramala

Ramon Suñé
Los alcaldes de Ramala y Barcelona, tras la firma del acuerdo de colaboración

Los Mossos cortaron la avenida desde la plaza Francesc Macià para evitar altercados y, el caos circulatorio de la jornada volvió a acentuarse a partir de última hora de la tarde. Ante el consulado los manifestantes lanzaron cohetes y se registraron nuevos incidentes.

El corte de carreteras provocó el efecto multiplicador de la protesta que buscaban los manifestantes

Otras ciudades catalanas también fueron escenario de manifestaciones en favor de Palestina y contra Israel. En Girona, por ejemplo, unas 400 personas se reunieron en el centro de la ciudad y acabaron cortando las vías del tren convencional durante casi una hora. Asimismo, en Manresa, ya desde primera hora de la mañana se registró el corte de la C-25 para exigir la suspensión del partido de baloncesto entre el equipo local y el Hapoel Jerusalén israelí.

El seguimiento de la convocatoria fue también escasísimo en otros sectores como el de la educación o la sanidad. Según la Conselleria de Educació solo el 1,83% de la plantilla secundó la huelga general y un 0,2% los paros parciales.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...