La actividad incesante de los grafiteros hace tiempo que desbordó a los servicios de limpieza y de seguridad de Rodalies. Es misión imposible encontrar un solo tren limpio en terminales donde se encuentran decenas de convoyes estacionados, como las estaciones de França o l’Hospitalet. Pese a los más de diez millones que se gasta anualmente Renfe en limpiar los trenes pintarrajeados, el grueso de la flota se encuentra vandalizada y los equipos especializados en la retirada de las pintadas no dan abasto.
La Generalitat y Renfe se han conjurado para implantar nuevas medidas que mejoren la imagen que dan los trenes de Rodalies existentes, eviten supresiones porque tienen pintados hasta los vidrios de la cabina y salvaguarden los nuevos convoyes que empezarán a circular a partir el año que viene. Para ello quieren ir al origen, frenando los ataques de los grafiteros que campan a sus anchas por muchos lugares de noche y torean a los agentes de seguridad privada sin necesidad de hacer grandes esfuerzos.
Grafiteros detectados por un dron en unos talleres de la compañía
La ofensiva se llevará a cabo de manera coordinada tanto por tierra como por aire. Desde el cielo se pretende aumentar el uso de los drones, que ya se vienen utilizando desde hace un tiempo por parte de Renfe y permiten vigilar de manera mucho más amplia las instalaciones ferroviarias. No es una tarea sigilosa, son aparatos cuya misión –además de cazar in fraganti a los grafiteros– es ahuyentarlos mediante un sistema de luces parpadeantes que les demuestra desde el aire que han sido interceptados y la policía viene de camino.
El video que acompaña esta información es una muestra de ello, donde cinco individuos pillados por el dron empiezan a tirar piedras contra los trenes y los agentes de seguridad en su huida. El uso de drones se ha incrementado en los últimos meses y se combina con las nuevas cámaras de videovigilancia instaladas en 89 estaciones de Rodalies gestionadas por Renfe (las de Adif, en cambio, quedan al margen). Con este nuevo sistema dotado de IA, las cámaras de videovigilancia actúan como si fuese una alarma de casa: cuando detectan movimiento en una estación cerrada a los viajeros avisan automáticamente al centro de seguridad.
En lo que va de año se han registrado 724 incursiones en las instalaciones de Renfe, menos que el año pasado
Entre una cosa y otra, se están empezando a notar los resultados y se registran menos actos vandálicos que el año pasado, pese a que la cifra sigue siendo escandalosa. Hasta el 30 de septiembre se habían detectado 724 incursiones en las instalaciones de Renfe en Catalunya, casi tres al día.
La otra medida que se desplegará como parte del plan de seguridad son unidades caninas itinerantes por los puntos calientes de los grafiteros. Está demostrado que los agentes con perros imponen mucho más a los vándalos y se pretende actuar con ellos para reforzar la seguridad a pie de vía.
En las bases de mantenimiento y las estaciones donde se acumulan numerosos trenes, se pretende reforzar también el cierre perimetral. Esta actuación sí que depende de Adif, que se ha comprometido a invertir 23,2 millones entre este año y el que viene para hacer más difícil el acceso a una treintena de instalaciones, blindándose así ante grafiteros pero también ante los ladrones de cobre.
Este conjunto de medidas se complementarán con la creación de un grupo específico antigrafitis, llamado a coordinarse con los Mossos d’Esquadra. Aún no hay fecha para ello, pero los policías deberían empezar a patrullar en el interior de las estaciones según el plan de medidas urgentes en Rodalies presentado a principios de año. A ello se sumará el incremento de las sanciones hasta los 90.000 euros que anunció el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, en el debate de política general.

