Pla Viure – Habitatge digne per a tothom

Barcelona construirá
mil pisos protegidos
cada año

Pla Viure

El Ayuntamiento quiere hacer efectivo el derecho a la vivienda mediante el acceso universal, la rehabilitación sostenible y la atención a las necesidades sociales


Barcelona considera la vivienda un gran reto de ciudad. En un contexto marcado por la presión inmobiliaria, el aumento de los precios de alquiler y de compra, y la necesidad de garantizar una vivienda digna para todos, el Ayuntamiento ha puesto en marcha el Pla Viure, una estrategia de largo alcance que ordena y coordina todas las políticas municipales de vivienda.

Según la última encuesta Òmnibus municipal, la vivienda es uno de los principales problemas de la ciudadanía. En sólo cinco años, la preocupación de los barceloneses por acceder a un hogar ha pasado del 6,5% en diciembre de 2019 al 28,8% en el mismo mes de 2024.

Ante esta realidad, priorizar la vivienda es garantizar la igualdad de oportunidades. Con el horizonte puesto en 2032, el Pla Viure quiere hacer efectivo el derecho a una vivienda digna a partir de tres ejes principales: universalizar su acceso, rehabilitar con criterios de sostenibilidad y dar respuesta a la vulnerabilidad social y demográfica.

Ampliar el parque asequible

El primer eje busca ampliar el parque de vivienda asequible y social. Actualmente Barcelona tiene cerca de 13.000 viviendas de protección oficial. Y el consistorio se marca como objetivo llegar a entregar 3.000 más en 2027, cuando habrá otras 5.000 en diferentes fases de construcción. Esto equivaldría a 1.000 nuevos pisos protegidos cada año, un hito clave para revertir décadas de déficit estructural.

Esta apuesta se concreta en proyectos como la promoción Illa Glòries, con 238 viviendas públicas, o la promoción de la calle Acer, 10, en el barrio de la Marina del Prat Vermell, con 234 pisos más. Son las dos mayores actuaciones de vivienda protegida y un ejemplo del cambio de escala que el Pla Viure quiere consolidar.

El Ayuntamiento prevé movilizar suelo para 10.000 nuevas viviendas a partir de 2027. Esta reserva de terreno es fundamental para mantener un ritmo constante de producción de vivienda pública y asegurar que cada promoción responda a criterios de eficiencia energética, calidad arquitectónica y diversidad social.

Rehabilitar y mejorar las viviendas

El Pla Viure también tiene como prioridad rehabilitar y mejorar las viviendas existentes teniendo en cuenta la sostenibilidad, la accesibilidad y el confort. El programa de rehabilitación quiere facilitar que la ciudadanía pueda vivir en edificios más eficientes y que las personas mayores envejezcan con seguridad y autonomía.

El tercer eje, dedicado a atender la vulnerabilidad, integra programas para garantizar que ninguna persona quede fuera del derecho a tener una vivienda. Incluye desde medidas de emergencia hasta líneas de apoyo para colectivos que necesitan alquileres asequibles.

Un nuevo departamento acelerará la construcción de promociones públicas

El consistorio ha creado el Departament de Promoció d’Habitatge Protegit para agilizar los procesos de construcción y reforzar la capacidad de gestión municipal en vivienda. La nueva estructura permite concentrar en una sola unidad las tareas de planificación, diseño y seguimiento de las promociones públicas, hasta ahora repartidas entre varios servicios.

“Nuestro reto es reducir de diez a seis años el plazo medio para completar una promoción de vivienda protegida, desde el inicio del planeamiento hasta la entrega de las llaves”, explica Ivan Gallardo, jefe del nuevo departamento.

“Con una mejor coordinación y más visión de conjunto –añade–, podremos ganar tiempo sin perder calidad ni control técnico”.

Ivan Gallardo también destaca que la nueva estructura interna es “una pieza clave para hacer posible este salto de dimensión que establece el Pla Viure”, y garantizar una planificación sostenida en el tiempo.

Colaboración público-privada

El reto de la vivienda exige corresponsabilidad. Por eso, el Pla Viure confía en la colaboración público-privada y suma esfuerzos con otras administraciones, con el sector privado y con el social, en el marco del convenio ESAL con entidades sin ánimo de lucro que forman parte del sector de la vivienda social. El programa HabitarB!, firmado con la Generalitat es un ejemplo. Este convenio supone la cesión de 27 solares municipales al Incasòl, con la previsión de construir 1.700 viviendas protegidas.

El pasado julio el Ayuntamiento otorgó el derecho de superficie de los 11 primeros solares en los que, en una primera fase, se construirán 594 viviendas. Los siete primeros proyectos arquitectónicos ya cuentan con equipos ganadores. Esta colaboración refuerza la idea de que la ciudad no puede afrontar sola la escasez de vivienda asequible. El consistorio ha cerrado un acuerdo con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) para la financiación de vivienda protegida y ha adjudicado el primer concurso abierto a promotores privados para construir y gestionar 406 pisos públicos.

El piso de Alejandro
y Vanesa

Tres años después de haberse inscrito en el Registre d'Habitatge Protegit, la joven pareja ha accedido a un piso de 54 m² en el distrito de Sant Martí, por el que pagan un alquiler mensual de 528 euros.


Hace un año, Alejandro García Malagón y Vanesa Pérez Enrich, recibieron la llamada que les cambiaría la vida. Tras tres años inscritos en el Registre d’Habitatge Protegit, su nombre apareció en la lista de preseleccionados para un piso de alquiler asequible en la promoción de la calle Binéfar, 22, en el distrito de Sant Martí. “Recuerdo que revisábamos la web de Habitatge cada dos o tres días. Cuando vimos que junto a mi nombre ponía ‘sí’, no nos lo creíamos. Al día siguiente empezamos a llamar a todas partes para confirmarlo”, explica Alejandro.

La pareja, de 34 y 32 años, llevaba tiempo emancipándose. Hasta entonces vivían con sus padres. “La convivencia era buena, pero necesitábamos nuestra intimidad y un espacio propio”, comentan. La vivienda protegida les ha permitido iniciar una nueva etapa y tener estabilidad. “Pagando 528 euros al mes, podemos vivir tranquilos, pagar todos los gastos e incluso ahorrar un poco”.

El piso, de 54m², dispone de dos habitaciones, un salón con cocina abierta y un baño amplio adaptado. “Es un piso industrializado, con techos altos y muy bien aislado. Gracias a la aerotermia, mantenemos una temperatura estable todo el año y apenas hay que encender la calefacción”, detalla.

Agilizar la construcción

Para alcanzar estas metas, Barcelona ha creado un nuevo modelo de gestión pública que cuenta con el Departament de Promoció d’Habitatge Protegit, que quiere agilizar los procedimientos de construcción y adjudicación. “Queremos acortar plazos y hacer más eficiente cada paso, desde la planificación hasta la entrega de llaves”, destaca Ivan Gallardo, jefe del recién estrenado departamento.

Acte de lliurament de claus dels primers habitatges de la promoció Illa Glòries
Acto de entrega de llaves de los primeros 60 pisos de la promoción Illa Glòries. AB

Se consigue así una planificación más estable a largo plazo. “Trabajamos con una visión de conjunto que nos permite prever cada fase, optimizar los equipos técnicos y asegurar una producción continuada de vivienda pública”, explica. El departamento reforzará las herramientas digitales de seguimiento para mejorar la trazabilidad de los proyectos y coordinar mejor los diferentes servicios municipales implicados en cada promoción.

El Pla Viure es el compromiso que quiere hacer realidad el derecho a la vivienda para todos. O, como resume su lema, “Priorizamos la vivienda”, porque sin un lugar digno donde vivir no hay ciudad justa.

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