Lo suyo sería que la gente no tuviera que apuntarse a un sorteo para acceder a una vivienda pública y que los municipios dispusieran de los fondos públicos suficientes para poder mejorar la vida colectiva de sus ciudadanos. Pero no, ni una cosa ni la otra, así que la única alternativa viable es priorizar y elegir. Y también dejar de lado o aplazar, claro. Esto es precisamente lo que ha tenido que hacer el Govern con su primera convocatoria del nuevo Pla de Barris 2025-2029, que en los próximos cinco años prevé subvencionar proyectos de regeneración urbana a razón de 200 millones anuales. En total, mil millones de euros. La primera convocatoria se ha saldado con 20 agraciados y 63 descartados. Entre los afortunados abundan municipios de un tamaño considerable y escasean los de pequeño tamaño.
Esta primera hornada de ayudas acabará con un desembolse de 232 millones de euros. Se quería llegar a los 20 municipios y, con el permiso de Presidència y Economia, el Departament de Territori ha podido estirarse más de lo previsto. Olot, con 15 millones de euros, es el municipio que más dinero cosecha, en este caso, para mejorar el núcleo antiguo de la ciudad. Como en el resto de casos, el consistorio se compromete a sufragar una parte importante del proyecto. Va en función del tamaño, desde el 50% de Barcelona hasta el 75% de la Pobla de Segur, que con el montante del Govern aspira a darle un repaso integral a todo el pueblo. En total, a los mil que pone la Generalitat en los próximos cinco años hay que sumarle otros 600 que deberán aportar los pueblos y ciudades para poder acometer sus planes. Sorprende, sin embargo, que teniendo en cuenta que el 63% de los municipios catalanes (unos 593 de un total de 947) tienen menos de 2.000 habitantes, solo uno de todos ellos (Torrelameu, en Lleida) aparezca en la lista de 20 ganadores de la primera convocatoria del Pla de Barris.
El casco histórico de Olot.
El proyecto de la Generalitat se presentó el pasado mes de mayo y los consistorios interesados tuvieron un mes, del 15 de septiembre al 15 de octubre, para presentar sus propuestas. Los que hayan sido descartados puede volver a postularse, aunque tendrán que darle una vuelta a su planteamiento para seducir al Govern, y los ganadores también, pero con proyectos distintos. Entre los agraciados están Santa Coloma de Gramenet (12,5 millones del Govern para los barrios del sur), Tortosa (15 millones para su centro histórico), Sant Joan Despí (8,7 millones destinados al barrio de Les Planes), Reus (12,5 millones para los vecindarios del sur) o Mataró (12, 5 millones para el barrio de Cerdanyola). También están las grandes ciudades de Tarragona (12,5 millones para la Part Baixa), Lleida (misma cantidad para el centro histórico) y Girona (12,4 millones para el Pont Major).
Barcelona
La capital catalana consigue 12,5 millones para impulsar mejoras en el distrito de Ciutat Vella
También Barcelona ha conseguido inversión del Pla de Barris. En su caso, 12,5 millones para adecentar el espacio público y generar vivienda en el distrito de Ciutat Vella, tal y como el alcalde Jaume Collboni postuló el 13 de octubre en una rueda de prensa en la que reclamó fondos para “cohesionar mejor el entorno físico”. Carles Martí, comisionado para el impulso de las políticas de mejora urbana, ambiental y social de los barrios y pueblos, admite que los municipios de tamaño reducido “tienen más dificultades para vestir proyectos potentes”, pero recuerda que disponen de medios ajenos a sus consistorios, como subvenciones o el apoyo técnico de las diputaciones para poder dar mejor forma a sus propuestas.
Sobre la convocatoria del 2026, Martí la desvincula de la aprobación, o no, de los presupuestos del año que viene y garantiza que el plan seguirá vigente aunque el Govern no disponga de cuentas en vigor. En el 2029 está previsto evaluar el funcionamiento del Pla de Barris. Será el momento de decidir si se sigue adelante o si, una vez más, como pasó entre el 2010 y el 2025, esta iniciativa queda en barbecho.

