Sin sorpresas. La Diputación de Barcelona ha aprobado hoy los presupuestos para el 2026 con el voto favorable de todos los grupos excepto Vox, que ha votado en contra. Los presupuestos están cifrados en 1.410,97 millones de euros, con un incremento del 7,82% respecto a las previsiones iniciales del año anterior.
La hoja de ruta del próximo ejercicio mantiene un “perfil continuista” —la Diputación insiste en las líneas del compromiso del Pla d’Actuació de Mandat 2024-27— en la que las políticas sociales y las infraestructuras se convierten en las partidas que más crecen de todo el conjunto.
“Vocación municipalista”
Así las cosas, el 82,45% de los recursos se dirigirá a la asistencia directa a los gobiernos locales. La corporación defiende que esta cifra constituye un “récord”, reafirmando su “vocación municipalista y finalista”, y que representa para muchos ayuntamientos “una vía de oxígeno”, reforzada este año con un aumento de 60 millones en los anticipos estatales.
En el ámbito social destacan el refuerzo del servicio local de teleasistencia y el incremento de los recursos destinados a los servicios sociales básicos. La corporación ha doblado también su aportación al Consorcio de la Mina para acompañar el proceso de transformación del barrio, incluido el realojo de las familias vinculadas al derribo del bloque Venus. Sobre este punto, la presidenta delegada del Área de Servicios Generales y Transición Digital y alcaldesa de Sant Adrià de Besòs, Filo Cañete, ha recordado que el proyecto “no solo aborda un derribo, sino toda una problemática” y ha detallado que, por el momento, solo se conoce el desalojo de 16 familias.
Por otro lado, la Diputación destinará hasta 13,14 millones a políticas feministas que han de permitir tanto “promover la “igualdad de género como “prevenir la violencias machista”.
Se ha doblado la aportación para acompañar la transformación de La Mina
El compromiso con la equidad territorial constituye otro de los pilares. La inversión en la red local de carreteras y los 10 millones destinados a los caminos municipales refuerzan esa línea, al igual que los programas de apoyo a los polígonos industriales (13 millones) y los planes locales de ocupación (15 millones).
Lluïsa Moret, presidenta de la Diputació de Barcelona, durante la sesión ordinaria de hoy
La Diputación no dispone de competencias directas en materia de vivienda, si bien se prevén 1,12 millones para el servicio de intermediación ante deudas o procesos de desahucio y dos millones para facilitar la adquisición de viviendas a través del tanteo y retracto, un tímido incremento de medio millón respecto al ejercicio anterior. Además, se incorpora una nueva dotación de 2,23 millones para los planes de barrios.
En el terreno de la acción climática, la corporación mantiene la apuesta por la eficiencia y las renovables. El programa DibAigua pretende impulsar la digitalización de las redes de abastecimiento mediante sensores que “permitan mejorar el control y evitar pérdidas”. Al mismo tiempo, se destinan cinco millones a la tercera edición del programa Renovables 2030 y se incrementa en dos millones la partida para la prevención de incendios forestales.
Cultura y deportes completan el mapa de actuación, unas áreas que la institución define como “instrumentos clave de cohesión social y territorial”.
Sin deuda
Los presupuestos llegan en un momento en que la institución mantiene, según subraya, una “solvencia” que se ha convertido en una “seña de identidad”. Desde el 2021 no acumula endeudamiento y elabora unas “cuentas equilibradas sin déficit”, un planteamiento que la propia corporación atribuye a la voluntad de “basarse en los recursos propios”.
En la sesión ordinaria del pleno de esta mañana, Lluïsa Moret, presidenta de la Diputación, ha agradecido a los grupos su “predisposición” a sacar las partidas adelante y ha subrayado que dicha institución ha sido “una vez más, ejemplar, en tiempo y forma”.

