Las nueve playas de Badalona volvieron el lunes a izar la bandera verde, después que desde el viernes se impusiera la prohibición del baño con bandera roja a causa de los vertidos causados por las riadas que el alcantarillado no pudo absorber.
El Ayuntamiento está pendiente ahora de iniciar las obras de uno de los tres grandes depósitos interceptores previstos para paliar esta problemática. El único se construyó en 2012 y desde entonces los vertidos fecales de los sumideros públicos acaban en el mar.
Los tres depósitos interceptores tienen un coste de construcción de unos 67 millones
Para evitar que al menos el 85% de este caudal putrefacto desemboque en las playas, el Ayuntamiento y el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) impulsan la construcción de tres depósitos subterráneos de retención de lluvias. Una construcción que está prevista a partir del 2026. Una vez instalados ejercerán de decantadores de restos fecales y otros residuos, que ahora la red del alcantarillado no puede asumir.
Durante los episodios de lluvias torrenciales como las de la semana pasada, el alcantarillado de la ciudad se colapsa y abre las compuertas del vertido. Esto se evitará con los tres grandes contenedores que se ubicarán en la avenida Martí i Pujol, Can Barriga, Alfons XII y Prim.

El sumidero frente a la calle Martí i Pujol en la playa de Badalona
La AMB se encarga de la redacción de los proyectos de ejecución de los tres depósitos pluviales, que tendrá un coste de 1.323.000 euros que financiarán conjuntamente las dos administradores, aportando el Ayuntamiento el 80%. La previsión es que la redacción de los estudios y proyectos pueda finalizar a principios del 2026 para poder iniciar las obras de construcción durante este mandato. El alcalde, aseguró que para financiar el coste del proyecto se acudirá a la Unión Europea, aunque “sin estar condicionados por una subvención, lo asumiremos igualmente”. La construcción de los tres depósitos tiene coste aproximado a los 67 millones.
De nuevo, Albiol no ha obviado la crítica política hacia sus predecesores, los gobiernos cuatripartito (PSC, ERC, Comuns y Guanyem) que entre el 2015 y el 2023 gobernaron Badalona. “Sólo se construyó un depósito en 2012 durante mi mandato y lo más grave, ni se volvieron a encargar los otros los proyectos”.
Desde el 2012 no se ha impulsado ningún proyecto para los depósitos pluviales
El primero de los depósitos regulará la cuenca de la avenida Martí i Pujol, reduciendo así el riesgo de inundaciones urbanas en un área de 523 hectáreas. Estará ubicado en el barrio de Bufalà, en el parque de Can Barriga. Tendrá una capacidad de 69.000 m3 y costará unos 31 millones de euros aproximadamente. Este contenedor evitará los desbordamientos e inundaciones que ahora se producen en las calles del centro o en infraestructuras como el paso bajo las vías del tren, al tiempo que evitará los vertidos de aguas contaminadas a la playa.
El depósito que se construirá en la calle Alfons XIII tendrá una capacidad de 25.000 m3 y su coste oscilará entorno a los 18 millones de euros. Se ubicará en el barrio del Gorg, cerca del Palau Olímpic y por debajo de la autopista C-31, bajo cuyo viaducto no se descarta que se pueda instalar, en la rotonda de la antigua carretera de Valencia. Este contenedor regulará la cuenta de Ponent-Tortosa, una área de 190 hectáreas. Evitará acumulaciones de agua en el Gorg y en las calles Ponent y Monturiol, hasta el puerto. Con ello se reducirán las inundaciones en una zona densamente poblada.
A diferencia de las otras grandes cisternas, la prevista en la calle Prim, que cuenta con un presupuesto entorno a los ocho millones, está diseñada específicamente para evitar desbordamiento del sistema unitario del alcantarillado. Con una capacidad de 6.800 m3, funcionará como interceptor de la calle Prim y protegerá unas 110 hectáreas que se distribuyen bajo la B-20. El contenedor regulará el punto de desbordamiento de la playa Pont d’en Botifarreta y por tanto protegerá todas las que se ubican a poniente, como las de los Pescadors, Patins de Vela, Pont del Petroli, Estació y Coco. En todos los casos, se deberá vaciar el agua acumulada y retirar los residuos sólidos para su gestión posterior.