Once militares del Ejército de Tierra, que participarán en la XXXIX Campaña Antártica, acaban mañana viernes en Val d’Aran y en el Parc Nacional d'Aigüestortes i Estany de Sant Maurici (Lleida) su entrenamiento de movilidad y evacuación de heridos para preparar la misión en la que colaboran científicos y militares.
“Nos hemos iniciado en el movimiento en nieve y también hemos entrenado la evacuación de heridos con trineo camilla y la progresión por el glaciar”, ha explicado el jefe de la campaña, el comandante Javier Abizanda.
Los militares se están preparando en condiciones de frío y con nieve y hielo para desenvolverse, con las necesarias medidas de seguridad, por el terreno montañoso que se van a encontrar en la Antártida, donde Javier Abizanda ya estuvo tres semanas, en febrero, para reconocer la zona.
Temperaturas de hasta 20 grados bajo cero, vientos que pueden alcanzar los 70 kilómetros por hora y el riesgo de vivir junto a un volcán activo son las condiciones que tendrán que soportar los militares, componentes de la Campaña Antártica del Ejército de Tierra, que partirán hacia el continente helado en diciembre y permanecerán hasta marzo.
Militares del ejército de Tierra en la Val d'Aran.
Su destino será la Base Antártica Española Gabriel de Castilla, situada en la Isla Decepción, en el archipiélago de las islas Shetland del Sur, a escasos cien kilómetros al norte del continente antártico y a más de mil de la costa sudamericana más próxima.
En el grupo hay un médico, un veterinario y especialistas en comunicaciones por satélite, mantenimiento, navegación y movilidad en nieve. Para las diez plazas convocadas para la misión dirigida por Javier Abizanda se presentaron cien militares.
Durante estas jornadas han recibiendo formación teórica y práctica sobre normas de seguridad, primeros auxilios, utilización del GPS, nudos, empleo de material específico de montaña (raquetas, piolets, crampones), anclajes en nieve, recuperación en grietas y montaje de tiendas.
El jefe de la campaña ha precisado que a los once militares que han entrenado en el Pirineo de Lleida se sumarán un mecánico y un especialista en instalaciones que están participando en la última misión.

