Los Agentes Rurales llevan a cabo, en lo que va de año, unas 19.000 actuaciones de prevención y control en el Alt Pirineu y Aran. De estas, 8.000, más de un 42%, han tenido lugar tanto dentro del Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici como en los parques naturales del Alt Pirineu y el Cadí-Moixeró.
Hay que tener en cuenta que este año se ha implementado un plan de refuerzo de vigilancia de estos espacios protegidos por toda Catalunya, que ha ido acompañado de un incremento de efectivos. Por lo que respecta a las infracciones, se han tramitado 850 denuncias por diversas causas. Una de las más importantes tiene que ver con la circulación motorizada por áreas restringidas, con 350 sanciones. También preocupa el aumento de los ataques de perros a rebaños, 12 este año.
El entorno del embalse de Sallente, donde se encuentra el teleférico de la Vall Fosca, ha sido uno de los puntos donde varios efectivos de los Agentes Rurales han llevado a cabo tareas de prevención y control este viernes. La jefa del Área Regional del Alto Pirineo del cuerpo, Anna Servent, ha explicado que el plan de refuerzo de vigilancia en los espacios naturales está vigente desde la Semana Santa pasada y que se activa en fines de semana y períodos vacionales como el actual.
El plan abarca tanto los parques naturales como otros espacios protegidos donde existe una elevada afluencia de personas o presentan alguna problemática específica.
Las medidas de refuerzo han permitido duplicar el número de actuaciones en estas áreas, según ha apuntado Servent, quien ha dicho que es necesario “lograr hacer compatible el aumento de visitantes con la protección del medio natural”. En este sentido, aseguró que cada vez existe más exigencia por parte de los turistas. “Cuando visitamos un espacio natural protegido no queremos escuchar música alta de un radiocasete, no queremos ver ralis de vehículos todoterrenos, no queremos ver desechos”, concluyó.
La jefa del Área Regional del Alt Pirineu también ha dicho que hay que tener en cuenta la presencia de ganadería extensiva en estos espacios. De hecho, ha asegurado que los ataques de perros a rebaños, principalmente de ovejas y cabras, han aumentado “de forma muy importante” en los últimos cuatro años, registrándose un total de 16 durante 2024 y una docena en lo que va de año. Por este motivo, se han intensificado las inspecciones para comprobar que los perros vayan atados, estén chipados y no molesten al entorno.

