Miles de ovejas bajan de las montañas de Seurí donde han pasado el verano pastando
Ganadería
El oso ha espantdo a algunos animales y los ganaderos piden que la montaña se incluya en la zona de protección
Un ganadero eligiendo ovejas con un gancho.
La tradición manda que por Sant Miquel los rebaños deben bajar de las montañas, donde han pasado el verano, antes de que les coja el frío y las primeras nevadas.
En la montaña de Seurí (Sort) en el Pallars Sobirà, han pasado el verano unas 3.000 ovejas de una decena de ganaderos. Antes de empezar la trashumancia de regreso a casa, ha sido necesario separar a los animales de cada propietario.
En Seurí, los ganaderos lo hacen manualmente con ayuda del gancho, com lo hacían sus antepasados desde tiempo inmemorial.
Uno de los ganaderos, Xavier Rivera, ha explicado que han pasado “un buen verano” salvo algún “espanto” por la presencia del oso.
Por todo ello, los ganaderos piden que esta montaña se incluya dentro de las zonas de protección del oso.
Los rebaños subieron hacia la montaña de Seurí a principios de julio y bajan a finales de septiembre, por Sant Miquel. Todos los pastores suben las ovejas el mismo día y las entregan al pastor de la montaña que las guarda durante tres meses. Igualmente, todos los pastores bajan a las ovejas el mismo día.
Ovejas con la marca de sus propietarios.
Unos días antes de subir a la montaña, con las ovejas ya esquiladas, cada pastor señala a sus animales con “la marca de casa” en la espalda. Así, a la hora de elegir las ovejas, cada propietario identifica rápidamente las de su rebaño. Con la ayuda del “gancho” los ganaderos van separando uno a uno a los animales. Un trabajo manual que ya en muy pocos sitios del Pirineo se hace.
Contadas las 3.000 ovejas y separadas por rebaños llega la hora de deshacer el camino que realizaron en junio para volver a casa. Unas se quedarán cerca, en el mismo pueblo de Seurí; otros irán un poco más lejos, a Peramea o Costcastells; y las que harán más camino son las del Pallars Jussà que irán caminando hasta Sant Joan de Vinyafrescal, Toralla o Puigverd.
Presencia del oso en la montaña de Seurí
Este verano el pastor que guardaba las casi 3.000 ovejas en la montaña vio un oso cerca de donde estaba la manada. Xavier Rivera reiteró que la coexistencia de los plantígrados con la ganadería es “imposible” y alertó de que donde se observó el hueso había 3.000 ovejas, pero también el pastor que las guarda.