Una treintena de ganaderos se reunieron el pasado viernes en la montaña de Llessui (Sort), para recoger las más de 1.200 vacas que ha pasado el verano. Todos, ganaderos del Pallars Sobirà, Jussà, Cerdanya, Ripollès, Solsonès y Berguedà, coincidieron en destacar que ha “estado un buen verano” y que en la montaña ha habido mucha hierba para pastar.
Los ganaderos se reparten por la montaña y la peinan palmo a palmo recogiendo todas las vacas y agrupándolas en una gran explanada. A continuación, cada ganadero separa a sus animales y con camiones las vuelven a casa. La gran mayoría en camión, porque van lejos, y unos pocos, los de los pueblos vecinos, a pie.
Muriero siete animales por un rayo
Albert Vaqueró es el vaquero que se ha pasado desde el 1 de junio hasta el 3 de octubre en la montaña vigilando a los animales. Vaqueró destaca que el verano ha ido especialmente bien por la cantidad de hierba que había en la montaña. Un incidente a lamentar fue la muerte de siete animales por un rayo.
Vaqueró es uno de los que todavía hace la trashumancia con los animales a pie y ha reivindicado que “es una tradición y hecho cultural que debe conservarse”. “Si la trashumancia a pie acaba desapareciendo lo harán también las cabaneras”, vías pecuarias que deben mantenerse, añadió.
Dos ganaderos con sus rebaños.
Las buenas temperaturas y la cantidad de hierba que todavía hay en la montaña hizo que los animales se resistieran a bajar y los cuestas algo más que otros años reunir a las más de 1.200 vacas en un punto. Desde este punto, en media montaña, todas juntas las conducen hasta el parking de Llessui donde cada propietario las carga en los camiones.
El ganadero Isidre Alujo de Bellver de Cerdanya ha explicado que cargar a tantos animales en un día trae la complicación de encontrar camiones disponibles para el traslado. Alujo ha destacado las bondades de la montaña de Llessui por el manejo del ganado y el trabajo del vaquero, pendiente de los animales las veinticuatro horas del día.
La montaña de Llessui también acoge durante los meses de verano a más de 4.500 ovejas de una docena de ganaderos. Estos rebaños se agrupan a principios de julio y es un pastor el que se encarga de cuidar la manada. La elección de ovejas tuvo lugar el pasado 1 de octubre.
Las cerca de 300 yeguas que también han pasado el verano en la montaña bajarán bien entrado el mes de octubre.

