CC.OO ha hecho público este miércoles que tres sindicalistas fueron detenidos, esposados y fichados por defender a los trabajadores de la empresa OHL Servicios Ingeseam, ubicada en el municipio madrileño de Sevilla la Nueva, por negociar un nuevo convenio y buscar mejores condiciones laborales. Se trata del único sindicato que negociaba con la dirección de la empresa las citadas mejoras salariales.
Los hechos se remontan al pasado 3 de junio cuando se convocó una huelga porque los sueldos no alcanzaban el salario mínimo interprofesional y la empresa se negaba a seguir negociando.
Tras la primera noche de paros, la empresa denunció que habían aparecido “seis vehículos con desperfectos en las lunas, en el Parque Empresarial los Perales, en la calle del Rey sin número, de Sevilla la Nueva” y aportó a la Guardia Civil los nombres de los tres representantes del saneamiento urbano de la Federación del Hábitat de CC.OO, que eran los que negociaban con la empresa. Ninguno de ellos trabaja en la propia compañía.
Fuentes de la Guardia Civil explican a La Vanguardia que “se detuvo a tres personas por supuesto delito de daños de 7.000 euros”. Además, aclaran, que en la reseña policial figura que “se establecieron los protocolos establecidos para tomarles declaración, las huellas...”.
Acuden voluntarios y acaban detenidos
”La Guardia Civil nos citó a declarar el 30 de julio en la comisaria de Navalcarnero y fuimos voluntariamente”, declara a La Vanguardia, Pedro Morán, responsable de saneamiento urbano de la Federación del Hábitat de CC.OO en Madrid. “Yo ni siquiera estuve en esa protesta y me encontraba durmiendo en mi domicilio”, asegura.
”En el cuartel, sin ninguna explicación, fueron detenidos y esposados”, relata el sindicato en una nota de prensa. Después, les trasladaron a Sevilla la Nueva donde “les tomaron fotografías de sus rostros e incluso a uno de los tres le hicieron desnudarse para hacerle fotografías de sus tatuajes”.
“Estuvimos como tres horas detenidos y nos trataron como auténticos delincuentes”, denuncia Morán.
Para llevar a cabo esta actuación, la Guardia Civil tuvo en cuenta las acusaciones plasmadas en el atestado que notificaba que “uno de los trabajadores entró en una nave por la puerta exterior mediante una llave, produciendo los daños, mientras otro le daba cobertura y el otro le coordinaba”.
No hay pruebas, solo indicios
”Eso es absolutamente falso y carente de pruebas”, según declararon los tres implicados. El propio atestado de la Guardia Civil recoge en otro párrafo que la detención se basa en “indicios de los que se deduce la participación en el hecho delictivo”.
Finalmente, a las tres horas, los sindicalistas fueron puestos en libertad, pero a uno de ellos se le advirtió que “se presente en sede judicial cuando se le cite”. Es decir, a este se le acusa de cometer los destrozos en los coches de la empresa de servicios. La Guardia Civil ha confirmado a este periódico que las diligencias se han trasladado a “la entidad judicial”.