En Colmenarejo, un pequeño municipio madrileño rodeado de sierra, vive la mujer que ha conquistado el mundo con un gesto tan cotidiano como extraordinario: silbar. Ayna Ziordia acaba de coronarse campeona mundial en Los Ángeles, imponiéndose en uno de los certámenes más prestigiosos del planeta y demostrando que, en sus labios, el silbido puede transformarse en pura música.
Empezó a silbar sola en su casa desde pequeña. “Me daba mucho apuro silbar delante de gente hasta que me presenté al Mundial de Silbido y ahí gané el primer premio”, recordó Ayna en una entrevista con Telemadrid.
Hoy en día Ayna se prepara para una actuación mientras su talento cruza fronteras en la gran pantalla. El Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF) ha seleccionado un cortometraje grabado durante el concurso.
Su talento llamó la atención de Alfonso Vilallonga, responsable de la banda sonora de una cinta nominada al Oscar en la categoría de Mejor película de animación. En Robot Dreams, filme de cine mudo, Ayna da voz —o mejor dicho, silbido— a cuatro pájaros que se comunican entre sí.
También ha pasado por varios programas de talentos, una experiencia que valora como una oportunidad para acercar su arte al público: “Es una manera muy buena de darte a conocer, que te vean y sepan lo que haces”, declaró a Telemadrid.
El caso de Ayna Ziordia demuestra que el silbido puede ser mucho más que un sonido: es un lenguaje artístico que emociona, sorprende y abre puertas en escenarios de todo el mundo.