Tensión, mucha tensión. Rabia e impotencia. En pocos minutos se desplegaron en los alrededores de la calle Hileras, en pleno barrio de los Austrias, hasta 18 dotaciones de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid, 13 unidades de Samur-PC y Policía Municipal de Madrid. Se había derrumbado parte del forjado de dicho edificio, que estaba en obras.
Los bomberos tuvieron que trabajar durante las primeras horas en retirar escombros a mano y apuntalar lo que quedaba del inmueble para evitar nuevos derrumbes, por ejemplo en la fachada. Después trabajaron a fondo para sacar a los 4 fallecidos, tres hombres y una mujer. Los equipos de emergencias primero atendieron a 3 heridos que salieron por su propio pie y luego montaron un hospital de campaña.
La fachada se mantuvo, pero se derrumbó parte del forjado.
Todos trabajaron durante 14 horas hasta dar con los cuerpos sin vida de las cuatro personas atrapadas. Las alarmas saltaron a las 13 horas y se rescataron los últimos dos cuerpos sin vida al filo de las 3 de la mañana.
Se trataba de un edificio que data de 1965, que contaba con 6 plantas más sótano, que sumaban 6.745 metros cuadrados, sobre una parcela de 1.070 metros cuadrados. Antes había sido el balneario de San Felipe Neri, pero se derrumbó entero y la actual estructura de hormigón tenía solo 60 años.
Recientemente, había sido adquirido por el fondo saudí RSR para reconvertirlo en un hotel de cuatro estrellas con 120 habitaciones. RSR es un inversor inmobiliario especializado en hoteles y apartamentos turísticos de alta gama en España y Portugal. Lo compró por 24,5 millones de euros (28,5 millones de dólares) en el año 2022. Se esperaba que su renovación, aprobada por las autoridades municipales en diciembre de 2024, durara dos años.
Antes había tenido uso dotacional de oficinas. Ayer, los vecinos decían que llevaban unos seis meses las obras. La finca contaba con licencia urbanística de actividades desde febrero de este año. La empresa que llevaba a cabo la obra era el grupo Rehbilita.
Obreros de Malí, Guinea y Ecuador
El alcalde, José Luis Martínez Almeida, a su vuelta de Londres, aseguró que el inmueble contaba con los permisos pertinentes. Según explicó el capataz de la obra, entre los fallecidos se encontraba Laura, la arquitecta del proyecto, de unos 30 años, que se hallaba en un baño de la primera planta, donde estaban ubicadas las oficinas.
Los otros tres desaparecidos son Dambéle, Alfa y Jorge, originarios de Malí, Guinea y Ecuador, de entre 30 y 50 años, todos ellos empleados de la empresa constructora ANKA.
Dos se encontraban en los baños del sótano y el tercero en la última planta.
Sobre las 17 horas, se montó el puesto de mando en la plaza Herradores esquina con Felipe Neri. Contó con la Sección de Apoyo Aéreo, que estuvo utilizando los drones en la zona para recabar imágenes del interior que facilitasen las labores de rescate, y Sección Canina de Policía Municipal.
Los efectivos estuvieron durante las primeras horas asegurando la estructura del edificio para garantizar la seguridad de los intervinientes en las labores de búsqueda y rescate del interior de los desaparecidos.
Poco a poco fueron llegando familiares de los desaparecidos y tuvieron que llegar psicólogos para atenderles. A las dos primeras personas se les rescató sin vida a las 22. 30 horas y a las otras dos casi a las 3 de la madrugada.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso (c), se desplazó a la calle Hileras del centro de la capital
Los vecinos de los inmuebles colindantes pudieron entrar a sus viviendas acompañados de agentes de la policía, ya que había riesgo de más desprendimientos, pero sí pudieron pasar la noche en sus casas. Mientras que algunos políticos, como Isabel Díaz Ayuso, o la vicealcaldesa, Inmaculada Sanz o el delegado del Gobierno, Francisco Martín, se presentaron muy rápidamente en el lugar del accidente para seguir los rescates y contar con información de primera mano para coordinar los rescates.
Al tratarse de un accidente laboral, la policía municipal de Madrid se va a encargar de la investigación del siniestro y de la instrucción del atestado. La policía científica de la Policía Municipal y de la Policía Nacional se hicieron cargo de la identificación de los cadáveres.
