El exceso de peso en la terraza del inmueble derrumbado ayer en Madrid, en la calle Hileras, número 4, se baraja como una de las principales causas del accidente. El alcalde de la capital, José Luis Martínez -Almeida, ha asegurado que “el exceso del material de obra apilado en la sexta planta” pudo ser el causante de que la estructura del edificio se desplomara. No obstante, ha pedido prudencia puesto que “es un asunto que será investigado por Policía Judicial”.
El responsable de guardia de los Bomberos de Madrid, Miguel Seguí, ha explicado que el derrumbe se inició por el colapso de la terraza de la quinta planta (en la que no había ningún obrero en ese momento), lo que hizo que se desplomaran los forjados del resto de pisos hasta el sótano.
En total, cedieron siete forjados con una altura de 50 metros, que provocaron una cantidad de escombros que en algunos lugares llegaron a los tres metros de altura.
El alcalde también ha desvelado que “cayeron 50 metros de los 200 que tenía la sexta planta”. Y ha recordado que siguen las labores de desescombro en el edificio y la revisión de los inmuebles colindantes.
Además, ha contextualizado que “pudo haber sido una tragedia mucho mayor”, ya que había 40 personas trabajando en el lugar cuando cayó el forjado.
Respecto a la supervisión y vigilancia de la obras, tras obtener la licencia en febrero de 2025, Almeida ha señalado que esto le corresponde a la dirección facultativa de la dirección de obra que es la que “legalmente” tiene encomendada el cumplimiento de esas obligaciones y, por tanto, “es quién debe garantizar la seguridad en la ejecución de las obras”.
Un portavoz de la empresa de demolición
” Fue un accidente, no una negligencia”
El responsable de Anka Demoliciones, Daniel, una de las empresas que trabajaba en la reforma del edificio que se derrumbó parcialmente ayer en Madrid, ha explicado que había unas 40 personas trabajando en la obra y ha defendido que, por los datos que está recabando, se trató de un accidente y no de una negligencia.
Ha incidido en que se tomaban “todas las medidas de seguridad”. A su juicio, tres de las víctimas “estaban fuera de la zona de trabajo, estaban en el servicio”, y una cuarta en la cubierta, “trabajando por encima del nivel de caída”.
Ha detallado que los obreros fallecidos tenían la documentación en regla y “llevaban tiempo trabajando, tenían experiencia y tenían formación”.
Ha precisado, que desconoce si hubo sobrecarga en la estructura, pero, ha detallado, que sí tiene claro que la grúa que se usa en la reforma no funcionaba ayer y el hormigón se estaba echando en el sótano.
Ha explicado que la mujer fallecida, Laura, era jefa de producción.
La Policía Municipal se encarga de investigar lo ocurrido y en el interior del edificio trabajan agentes de la Policía Judicial, entre ellos personal especializado en la investigación de siniestros laborales y agentes especialistas en realizar inspecciones oculares y técnico policiales.
En la rueda de prensa que ha ofrecido Almeida, desde el Palacio de Cibeles, ha apuntado que el Ayuntamiento no contaba con quejas respecto a las obras en los canales oficiales.
Se trata de un accidente laboral
Ahora, la investigación sobre las causas le corresponderá al juez, ha indicado el alcalde, a lo que ha añadido que el procedimiento judicial ya está iniciado y tendrá que determinar las causas de este accidente laboral.
Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) han informado de que, como es habitual, tras el suceso, la Policía comunicó al juzgado de guardia de Plaza de Castilla lo ocurrido, y el magistrado abrió diligencias previas para poder practicar el levantamiento de los cadáveres y comenzar la investigación judicial. El juzgado de instrucción número 43 de Madrid se encarga de la investigación.
Recuerdo para las familias de los fallecidos
De los tres heridos, Almeida ha resaltado que dos fueron de carácter leve y el tercero de más gravedad, pero su vida no corre peligro. En cuanto a Laura, la mujer fallecida, se ha especulado si era la arquitecta o la administrativa de la obra, pero finalmente su puesto era el de jefa de producción, según ha relatado un responsable de la empresa de demoliciones.
Almeida también ha tenido recuerdos para las familias de las cuatro víctimas mortales ( Laura, Dembéle, Alfa y Jorge), los tres últimos originarios de Malí, Guinea y Ecuador, de entre 30 y 50 años, todos ellos empleados de la empresa constructora ANKA.
Por su parte, el jefe de bomberos, Seguí, ha destacado que, tras sacar ayer a las cuatro personas fallecidas, ahora se están haciendo labores de evaluación del edificio para dar con las causas del siniestro. Durante esta mañana, los bomberos junto a la policía municipal y técnicos de edificación estudian la situación en la que ha quedado el inmueble.
El derrumbe del edificio de la calle Hileras en el centro de Madrid causó tres heridos -ninguno grave- y cuatro fallecidos cuyos cuerpos fueron rescatados en las 14 horas siguientes al suceso.
