El sinhogarismo de Madrid, una realidad oculta por la falta de datos
Pobreza
Unas 1,3 millones de personas viven en riesgo de pobreza pese a la riqueza de la región
Una persona sin hogar duerme en unos soportales en el centro de Madrid, en la zona más turística de la ciudad
Jueves, 20 de noviembre, 23.45 horas. Avenida América de Madrid. En pleno distrito de Salamanca, en medio de la sede de UGT, hoteles, restaurantes y pisos turísticos. Mucho frío y personas que aceleran el paso en un intento de llegar a casa y protegerse del viento invernal. Pasan casi por encima de entre cinco y diez bultos de ropa y mantas en el suelo y sobre unos bancos de madera. Son personas sin hogar, que durante el día no están allí, pero que al caer la noche se acercan al intercambiador de la avenida América. “Se sienten más seguros”, relata la trabajadora de un restaurante, que señala que siempre hay policias por allí y eso contribuye a la tranquilidad de todos. Cinco clientas reconocen “estar flipando” ante el panorama: “No sabíamos que había tantas personas en la calle”, asegura una de ellas.
Madrid es una comunidad rica, y la ciudad que da nombre a la región, también. Los datos lo atestiguan y sus responsables políticos no cesan de repetirlo. Las cifras de empleo siguen la misma pauta. Desde 2018, el número de personas ocupadas ha aumentado un 15% y la tasa de paro ha descendido al 9%. Pero todos estos números de éxito no han conseguido reducir el riesgo de pobreza y exclusión social de muchos de sus ciudadanos. De hecho, más de 1,3 millones de personas se encuentran en esa situación, 230.000 más que antes de la pandemia.
Según el INE, unas 4.500 personas sin hogar acudieron a algunos de los centros de alojamiento
Así lo pone de manifiesto el informe Foessa (Cáritas) presentado esta misma semana y que señala que una de cada cinco personas en Madrid se encuentra en situación de exclusión social, no solo por la falta de ingresos, también por las enormes dificultades para poder acceder a vivienda, empleo, salud, educación, así como para participar en la vida política o mantener relaciones sociales.
En ese círculo de exclusión hay un grupo que no tiene nada, personas que por no tener no tienen ni un techo para guarecerse. Son los sinhogar, los sin techo, la mayoría hombres, un 30% de ellos menores de 30 años, y muchos de ellos, con trabajos con salarios tan bajos que no pueden pagarse ni una habitación. Pero, advierten desde las oenegés, cada vez hay más familias.
La mayoría de los sin techo escoge el distrito Centro para pernoctar, el más turístico y más vigilado
¿Cuántos personas viven en la calle en Madrid? No hay datos sobre ello, porque poco antes de la pandemia, con la llegada del PP y Ciudadanos al Ayuntamiento, el recuento anual que se hacía por parte de oenegés y voluntarios dejó de hacerse. Hay que recurrir a datos de uso de servicios de emergencias, atenciones en la calle y, sobre todo, a las actuaciones que las oenegés realizan con asiduidad.
Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en Madrid hay unas 4.500 personas sin hogar que han acudido a algunos de los centros de alojamientos dispuestos en la región, la gran mayoría en la capital, en el 2024. ¿Son todos? Según las entidades, no. La cifra es mucho mayor, pero imposible de saber porque los recursos públicos y privados se entrecruzan y los usuarios utilizan unos u otros dependiendo de sus necesidades.
Ocho de cada diez son hombres, un 30% de ellos menores de 30 años, y muchos con trabajos precarios
El Ayuntamiento de Madrid señala que el número total de personas atendidas en la Red Municipal de Atención a Personas Sin Hogar, compuesta por los recursos de atención y el seguimiento de las personas por los equipos de calle del Servicio Madrid en Calle, osciló cada mes del 2024 entre los 2.400 y 2.600, mientras que Cáritas señala que atendió en la calle a unas 1.400. Otras entidades, como Cruz Roja u otras más pequeñas, como Bokata, también hicieron lo propio a pie de calle.
Una realidad existente pero difuminada por unos datos que las entidades aseguran no corresponden con lo que ellos ven. ¿Dónde están? El mayor número escoge el distrito Centro, el más turístico y el más vigilado (por lo tanto, más seguro). Le siguen Arganzuela, Tetuán y Puente de Vallecas, pero a gran diferencia, según datos del Ayuntamiento.