El incivismo aumenta con las nuevas modalidades de recogida de Basuras. Un problema al que deben hacer frente los ayuntamientos vecinos de aquellos que, como Arenys de Munt, Sant Iscle o Premià de Mar, imponen un nuevo sistema de recogida selectiva, pero que desplazan las conductas incívias a los pueblos vecinos, como es el caso de Premià de Dalt o Arenys de Mar.
El Ayuntamiento de Premià de Dalt ha tomado la decisión de combatir y sancionar a las personas vecinas del municipio de Premià de Mar o de otras poblaciones, que tiren la basura en los contenedores del municipio. Las sanciones alcanzan los 750 euros.
Las acciones incívicas se desplazan
En los últimos meses, se ha detectado un incremento importante de residuos en las áreas de contenedores de selectiva que limitan con la población vecina de Premià de Mar: barrio Santa Anna-Tió, Torrent de La Bòbila, en La Floresta y Can Vilar. Premià de Mar ha cerrado sus contenedores y éstos sólo se abren con identificación. Los incívicos que no quieren cumplir con el reciclaje que supone este sistema buscan contenedores de desecho en los pueblos de al lado, en este caso, en Premià de Dalt.
Con esta medida, el Ayuntamiento de Premià de Dalt quiere acabar con el llamado 'turismo de residuos'. Es decir, con la llegada de personas de Premià de Mar que optan por llevar la basura –normalmente, sin separar en las diversas fracciones– y depositarla en un municipio vecino.

Rótulo de advertencia ubicado en los contenedores .
Desde Premià de Dalt se recuerda que el uso de los servicios municipales de recogida de residuos está reservado a los residentes del municipio, por eso se ha decidido multar a quien tire la basura y no sea del pueblo y se han colocado carteles informativos en las áreas de contenedores de selectiva donde ocurre esto explicándolo.
Además, se realizarán controles policiales diferentes días de la semana, a cualquier hora y en cualquier punto del municipio para combatir estas prácticas. En las áreas de contenedores se han colocado carteles que informan que son exclusivos para los residentes en Premià de Dalt y también que las sanciones por utilizarlos si son de otro municipio son de hasta 750 euros.
El 'turismo de residuos' representa un agravio económico para las arcas municipales, ya que incrementa los costes del servicio de recogida y gestión de residuos, aparte de problemas de suciedad por los desbordamientos de contenedores. El Ayuntamiento de Premià de Dalt no está dispuesto a tolerar esta situación sin actuar, y reitera su compromiso firme para poner fin a estas conductas incívicas y garantizar que el sistema funcione de forma justa y sostenible para todos.
El Ayuntamiento de Premià de Dalt trabaja para poner en marcha un nuevo modelo de recogida de residuos en el municipio a partir del próximo año: lo lleva a puerta. En el barrio Santa Anna-Tió se instalará un sistema de contenedores cerrados y para utilizarlos será necesario identificarse.