La Policía Nacional ha desarticulado un grupo criminal que se dedicaba al contrabando de hachís desde L'Ametlla de Mar, en el Baix Ebre (Tarragona).
En una operación llamada 'Sorpresa', los agentes interceptaron tres individuos que iban con una furgoneta de alta cilindrada robada.
Estas personas iban armadas con un subfusil de asalto de calibre y munición de guerra (7,65 milímetros). En el vehículo transportaban 21 fardos de hachís, 845 kilos de droga. Droga, tenencia ilícita de armas, robo de vehículo y falsedad documental. De instrucción de guardia ha decretado prisión provisional.
La Policía Nacional tenía información de que el grupo criminal, considerado “violento”, operaba desde una urbanización de L'Ametlla de Mar. Alquilaban viviendas que utilizaban de “guarderías” de las sustancias estupefacientes.
La droga la recibían en desembarcos con lanchas rápidas en las costas del delta del Ebro.
Tras comprobar los movimientos relevantes que realizaban los miembros del grupo criminal se desplegó la operación 'Sorpresa' con los grupos especializados de Barcelona y Tarragona y la policía judicial de Tortosa de la Policía Nacional.
Un agente muestra hachís intervenido.
A finales de noviembre se estableció un dispositivo fijo de vigilancia del entorno de la urbanización y sobre todo de una de las casas en las que se guardaba la droga.
Los agentes vieron salir una furgoneta pequeña, el tipo de vehículos que se conocen como “lanzaderas” en la jerga policial porque se encargan de hacer “escucha” de otro vehículo, de mayor capacidad, que transporta la droga.
Minutos después, de la casa salió la furgoneta junto a los tres detenidos. A la salida de la urbanización, un vehículo policial les pidió que se detuvieran pero la furgoneta le embistió deliberadamente para intentar sacarlo de la carretera y huir. Los agentes del vehículo policial embestido pudieron pararlos y detenerlos.
Droga, armas y dispositivos electrónicos
Llevaban 845 kilos de hachís en 21 fardos, una maleta con un arma de fuego tipo subfusil, 74 cartuchos calibre 7,65 milímetros, dos cargadores de munición, 2.420 euros en efectivo, un inhibidor de frecuencias, un dispositivo de visión nocturna, un detector de dispositivos de geolocalización y dispositivos electrónicos que inhiben señales y localizadores GPS.
La furgoneta, el arma y la munición se habían robado en Bélgica. El vehículo llevaba placas de matrícula falsas.

