Dicen que las mejores fiestas son las que se improvisan. Y que cualquier iniciativa nueva que se repite se transforma primero en costumbre y, al correr del tiempo, en tradición. Es el caso de la fiesta que ayer reunió a miles de personas de nacionalidades diferentes en la playa de La Zenia, en Orihuela Costa, al sur de la provincia de Alicante.
Hace algo más diez años que un grupo de amigos decidió acudir a la popular playa, también conocida como Cala Bosque, cubiertos con gorros de Papá Noel. Allí se acomodaron en sus sillas de playa en torno a una nevera bien surtida de bebidas, para aprovechar el templado y soleado clima que atrae a las urbanizaciones del municipio más grande de la provincia de Alicante -Orihuela, capital de la comarca de la Vega Baja- a miles y miles de residentes que proceden de toda Europa. Residentes extranjeros, sobre todo, pero cada vez más españoles se suman a este multinacional jolgorio.
Un cielo completamente despejado y 19º a la sombra exigían ayer incluso la protección de una sombrilla
Británicos y escandinavos son mayoría, pero también belgas, holandeses, alemanes, ucranianos... A los que en las fiestas navideñas se unen masas de turistas que huyen de la nieve y el frío en busca de la garantía de sol que les permite jugar al golf (hay cinco campos en el municipio), pasear por sus playas y calas (hay once) en manga corta y escapar temporalmente del crudo invierno. Un cielo completamente despejado y 19º a la sombra exigían ayer incluso la protección de una sombrilla a quienes optaron por almorzar sobre mesas plegables dispuestas a tal efecto. No faltaron los chapuzones de los más osados.
Como sucedió con la famosa Fancy Dress Party de Benidorm, que unos amigos improvisaron hace años y se ha convertido en uno de los mayores eventos anuales en la ciudad de los rascacielos, la fiesta navideña de La Zenia ha devenido en tradición anual, hasta el punto de que el Ayuntamiento de Orihuela, pese a que la celebración no es oficial ni cuenta con permiso alguno, se ve obligada de un tiempo a esta parte a movilizar a la Policía Local, sanitarios y Protección Civil, para prestar asistencia a una muchedumbre pacífica y alegre pero de elevada edad media, lo cual ha de tenerse en cuenta.
La fiesta se ha convertido en una de los eventos más multitudinarios de la Costa Blanca en Navidad.
Asociaciones vecinales y el Partido por la Independencia de Orihuela Costa reclaman año tras año que el Ayuntamiento atienda el evento. Y echan de menos la instalación de urinarios portátiles, porque los del único chiringuito de la playa resultan insuficientes. Este año, el consistorio ha organizado al menos un pasacalles de la agrupación musical Da Capo a las 11 de la mañana en el paseo marítimo.
