Edward Rubin: “El voto es lo más importante que tenemos para frenar el cambio climático”

Entrevista

El científico norteamericano Edward Rubin, Premio Nobel de la Paz 2007, y jurado de los Jaume I, advierte que el aumento de un grado y medio que el planeta ha sufrido es cuatro o cinco veces superior en los polos

Edward Rubin. 
El científico norteamericano Edward Rubin, Premio Nobel de la Paz 2007, durante la entrevista para La Vanguardia.
11 de febrero de 2025

Edward Rubin. El científico norteamericano Edward Rubin, Premio Nobel de la Paz 2007, durante la entrevista para La Vanguardia. 11 de febrero de 2025

Miguel Lorenzo

Edward Rubin es profesor emérito de Ingeniería y Política Pública y un referente mundial sobre los efectos del cambio climático. Fue fundador del prestigioso Center for Energy and Environmental Studies and the Environmental Institute. Profesor e investigador en las Universidades de Stanford y Nueva York, ha sido asesor para el gobierno federal de EEUU y en países como Canadá o Reino Unido, además de miembro relevante del Panel Internacional sobre Cambio Climático por cuyos trabajos recibió el Premio Nobel de la Paz en 2007. Es un gran amigo de España, ha sido jurado de los Premios Jaume I en la Comunitat Valenciana y sigue con interés los trabajos sobre cambio climático en el Mediterráneo. Nos habían señalado como rasgo destacable de su personalidad su humildad intelectual y personal. Un rasgo que solo está al alcance de los más sabios y que comprobamos de primera mano durante nuestra entrevista.

Como punto de partida, ¿no le parece paradójico que cuando la opinión pública, quizá por efecto de los eventos climáticos extremos como la dana de Valencia o los incendios de California, parece más preocupada por el cambio climático, la tendencia política global parece circular en sentido contrario?

Sí, esa es mi impresión. Es curioso. Yo estoy trabajando en medio ambiente desde hace 50 años, más, casi 60 años. Al principio, en contaminantes del aire, de aguas...y hemos progresado mucho. Pero en cambio, con el clima no. La razón es bastante fácil. Hasta ahora, el problema del cambio climático no ha sido personal. Si el aire está sucio, si estás tosiendo y se pone enferma la gente, eso llama la atención. No hay nada que la gente valore más que su salud. Y ese es el problema, que el cambio climático siempre ha aparecido algo en el futuro, que no nos afecta personalmente. Y eso ha sido así durante muchos años. Pero ahora, durante los últimos, digamos cinco, seis, siete años, hemos tenido más impactos imprevistos, como la dana de Valencia. Y ahora está empezando a ser algo más personal, está afectando a la gente en su vida. Si pasamos este verano una semana de temperaturas a 45, y si su abuela o abuelo mueren por no tener aire acondicionado... El problema de salud más grave debido al cambio climático lo causan las temperaturas extremas. 

El cambio climático ahora está empezando a ser algo más personal, está afectando a la gente en su vida

Edward Rubin

Pero no se nota en la agenda política.

No. Todavía no hemos llegado al punto de motivar las acciones claves que hace falta para solucionar este problema. Lo vemos en los Estados Unidos, ahora con Trump, o en Europa con el movimiento hacia partidos más a la derecha, con una agenda que al principio no tiene mucho que ver con el medio ambiente. Pero estos gobiernos, ¿por qué son elegidos? Es por otras prioridades. Mi conclusión es que aunque el medio ambiente y el cambio climático es importante, más ahora que nunca, por las cosas que están pasando en todo el mundo, todavía no he llegado al punto de iniciar las actividades políticas que hacen falta. Y también hay resistencia. Siempre hay fuerzas importantes económicas en contra, por ejemplo, si quieres eliminar el uso de petróleo. Y eso es el mundo en que vivimos. Yo veo a la sociedad más dividida. Gracias a estas máquinas (señala a los móviles que hay sobre la mesa) estamos más divididos.

Quizá porque hay un interés en hacer que la gente dude de todo, incluso de las evidencias científicas, para poder imponer el relato que más convenga al poder.

Sí, en el mundo en que yo crecí había tres estaciones de tele, dos o tres periódicos... todo el mundo recibía sus noticias de más o menos las mismas fuentes. Ahora hay miles y la gente escucha lo que le gusta y la idea de los hechos está desapareciendo. Eso es, a lo mejor, el problema más grave, no solo en el sentido del cambio climático, pero en muchas cosas que afecten nuestra vida. ¿Y qué se puede hacer? Tú y tus colegas tienen un papel muy importante para tratar de comunicar con la gente. Y darles datos. Mi educación formal es de ingeniero. Miras los datos y los datos dicen algo que está claro. Y está claro lo que hacer. 

Edward Rubin. 
El científico norteamericano Edward Rubin, Premio Nobel de la Paz 2007, durante la entrevista para La Vanguardia.
11 de febrero de 2025

Edward Rubin. El científico norteamericano Edward Rubin, Premio Nobel de la Paz 2007, durante la entrevista para La Vanguardia. 11 de febrero de 2025

Miguel Lorenzo

Vamos a los datos. ¿Cómo estamos ahora respecto a cómo pensaba usted hace veinte años que íbamos a estar en temas como el calentamiento global?

La situación ahora es más grave, lo sabemos gracias a datos que no teníamos hace 20, 30 años, cuando empecé a trabajar en el tema de cambio climático. Y he traído tres ejemplos (los muestra apoyándose en gráficos que extrae de su cartera o consulta en su móvil) Esto primero es emisiones de CO₂, el gas invernadero más importante. Yo nací en 1941. Esta es la historia de mi vida. Esos son los toneladas de CO₂ al nivel mundial al año: Hoy tenemos casi diez veces más.

Ese descenso, ¿es por la pandemia? (señalamos el único diente de sierra que baja).  

Sí, pero luego, a pesar de todo lo que hemos hablado, a pesar de las medidas que se han tomado, sigue aumentando. (Muestra un segundo gráfico). Esto es lo que a mí me impresiona más... Es la historia del nivel de CO₂. La diferencia entre CO₂ y otros contaminantes, es que otros, si paras de emitirlos, con la lluvia, etcétera, van desapareciendo. El CO₂ es distinto. El CO₂ es una molécula muy estable, no reacciona con nada. Y una vez que está en el aire, va a quedarse ahí por miles de años. Pues en casi un millón de años, hasta 1950, había oscilado entre 200 y 300 partes por millón, nunca había pasado de ahí; ahora estamos en más de 400, y ese dato podría doblarse de aquí al final del siglo. ¿Y qué pasa con eso?

Esta acumulación de CO₂ es como poner una manta sobre el planeta. Y ahora, la manta es más gruesa que nunca

Esta acumulación de CO₂ es como poner una manta sobre el planeta. Y ahora, la manta es más gruesa que nunca. ¿Y qué pasa cuando pones más mantas? Tienes más calor. Eso es lo que está pasando explicado de manera sencilla. Y aquí está el tercer gráfico. (Lo muestra). La teoría dice que si lanzas más CO₂ al aire va a subir la temperatura. Y esas son las medidas que demuestran que ya está pasando. Desde 1880, indica la temperatura de superficie media en el planeta. La línea roja es una medida media, estable al principio, va aumentando desde los años 50.

Y de forma muy pronunciada desde los años 80.

Sí. Y ya estamos a casi un grado y medio más de lo que teníamos antes de la Revolución Industrial. Y eso puede parecer poco, pero es un impacto muy importante. Y aunque la media es de un grado y medio, en los polos el aumento es cuatro o cinco veces mayor. Por eso están desapareciendo los glaciares.

Con el efecto que el deshielo puede tener sobre todo el planeta...

Sí, sí, sí. Y es algo que nunca hemos visto en la historia. Estos son el tipo de datos que hace falta mostrar a la gente. Y ya estamos empezando a sentir los efectos. Y espero que llegue un punto en que estos efectos tengan por fin un impacto a nivel político.

Edward Rubin. 
Edward Rubin muestra un gráfico que recoge la presencia de CO2 en los últimos 800.000 años, y su espectacular incremento reciente.

Edward Rubin. Edward Rubin muestra un gráfico que recoge la presencia de CO2 en los últimos 800.000 años, y su espectacular incremento reciente.

Miguel Lorenzo

Pero el político, que tiene recursos limitados, supongo que se pregunta: ¿Tengo que invertir en mitigar el cambio climático o en mitigar las consecuencias del cambio climático?

Ese es el problema más serio a nivel político. Siempre hay prioridades para mañana, la semana que viene, y no quieren gastar dinero. Pero hay que pensar en los estudios de coste y beneficio. El costo de no hacer nada es muchísimo más grande. Imagina que vuelves a casa y está inundado porque has dejado abierto el grifo. ¿Qué es la primera cosa que vas a hacer? ¿Añadir más pisos para que el agua no te alcance?

No. Cerrar el grifo.

Eso es. Tienes que cerrar el grifo.

¿Y cómo está la tecnología energética que nos permita cerrar ese grifo respecto a lo que usted pensaba que íbamos a haber conseguido en 2025?

Las tecnologías relacionadas con la energía renovable han mejorado muchísimo, más de lo que pudimos imaginar hace 30 años. Algunas son más caras que otras y hace falta hacer más. En los Estados Unidos empezamos hace cuatro años, por fin, con inversiones importantes en tecnología para a evitar emisiones, ahora ya veremos... Es importante que haya un mercado. Cuando empiezas a desarrollar una tecnología, al principio realmente es cara, con experiencia y mercados, el coste baja. Los gobiernos tienen un papel muy importante en crear mercados.  Y eso se hace con regulaciones. Eso es lo que todavía nos hace falta en el problema del cambio climático. Hasta ahora, en Europa, estáis, yo creo, más aventajados en eso, en poner reglas.

Hay que usar la estrategia de reglas e incentivos, en inglés decimos palos y zanahorias

Parece que el Gobierno de Estados Unidos no está en la línea de las regulaciones europeas.

En los Estados Unidos, a nivel nacional, no tenemos reglas así. Pero las tenemos en algunos estados. Por ejemplo, en California desde hace 15 años ha habido reglas que han hecho disminuir mucho las emisiones y se han creado mercados para la energía limpia que no existían en otras partes del país ni a nivel nacional. Hay que usar la estrategia de reglas e incentivos, en inglés decimos palos y zanahorias. La gente prefiere zanahorias, claro.

Ahora debatimos en España si aplazar el cierre de las nucleares, si estamos desplegando bien las renovables...¿cuál es el mejor camino para frenar el calentamiento global?

Yo prefería no apoyar la energía nuclear. Y no estoy tan preocupado con posibles accidentes... El problema nuclear más importante que no hemos solucionado todavía, es qué hacemos con los residuos, que tienen una vida más larga que la historia de humanidad. Se habla de energía limpia, pero la única energía que no tiene ningún impacto ambiental, la única energía limpia es la energía que no gastamos. Todavía hay mucho que podemos hacer para reducir el consumo y para hacer más eficaz el consumo que usamos. Pero lo más importante es el liderazgo político. Y hay que invertir en tecnología. Por ejemplo para almacenar la energía solar y eólica.

Hay que elegir gente con una agenda política que nos sirva para eso. Me gustaría pensar que mi nieto, tendrá una vida mejor que la nuestra. O por lo menos igual.

¿Baterías?

Sí. Hace cinco años esas baterías eran bastante caras y limitadas. Ahora vemos grandes inversiones, en países como China también, que tiene lo peor y lo mejor: mucho carbón todavía que sigue echando humos, pero también son los líderes en eólica, solar y en coches eléctricos. Si podemos avanzar rápido en el almacenaje, entonces sería más fácil tener centros eléctricos más pequeños, más eficaces, que no van a ocupar tanto espacio y van a solucionar otros problemas políticos como el uso del territorio. El problema más difícil de solucionar desde el punto de vista de cambio climático es el transporte, la movilidad. Podemos generar electricidad de varias maneras, pero el transporte va todavía casi todo por petróleo.

Una última cosa. Quizá el riesgo que tenemos a veces cuando transmitimos estos mensajes es llevar a la gente un poco al desánimo. ¿Conserva usted la esperanza?

No podemos solucionar ese problema tú o yo como individuos. Tenemos que actuar en grupos. Y en nuestras sociedades democráticas, el voto es lo más importante que tenemos para frenar el cambio climático. Hay que elegir gente con una agenda política que nos sirva para eso. Me gustaría pensar que mi nieto, tendrá una vida mejor que la nuestra. O al menos igual, porque mi vida ha mejorado mucho desde que nací. Pero eso dependerá de crear este sentido de comunidad. Y a lo mejor podemos empezar apartando esos aparatos (vuelve a señalar los móviles) y hablar.

 

 

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