La legislatura valenciana que se inició el 28-M está agotada. La tragedia de la dana ha dinamitado cualquier posibilidad de entendimiento entre los bloques, a derecha e izquierda. Lo que queda hasta las próximas elecciones autonómicas va a ser una bronca continua, aderezada de duros epítetos. El PP y Vox se apoyan mutuamente y actúan ya sin contar para nada con el resto de partidos, mientras el PSPV y Compromís elevan cada día más la exigencia para que el president dimita, con duras acusaciones. Es tal la confrontación y la fractura que es imposible cualquier atisbo de diálogo entre partes, como se vio ayer en la sesión de control de les Corts valencianes. Solo la vuelta de Aitana Mas al Parlament, diputada de Compromís que ha superado un cáncer, ofreció un momento de tranquilidad y unanimidad. A partir de ahí, se volvió a desatar la tormenta.
El clima político se ha tornado irrespirable. Quien esto escribe no había visto una situación así ni en los tiempos en los que Francisco Camps tuvo que gestionar el accidente de metro de 2006, ni tras el estallido del caso Gürtel. Incluso en aquellos momentos, algunos puentes entre bloques se mantenían. Pero ahora los discursos políticos alcanzan la categoría de querella, en una metodología de confrontación propia de un escenario de combate. Ayer, por ejemplo, José Muñoz, síndic del PSPV, llegó a calificar a Mazón de “Yonqui de la mentira”. En su intervención en la sesión de control, el socialista le preguntó al president: “¿No tiene conciencia ni le pesan los 227 fallecidos? ¿Se puede ir a dormir por la noche? ¿Nunca piensa cuando se mira al espejo y dice qué hago aquí y por qué no me voy casa?”.
José Muñoz, síndic del PSPV, llegó a calificar a Mazón de “Yonqui de la mentira”
Mazón contraatacó diciendo que el relato del PSPV “se cae a trozos y cargó”, una vez más, contra el “silencio atronador” de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) o el ”fiasco“ de las predicciones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) de aquel día, ambas cosas, a su juicio, ya “demostradas”. El president añadió que “al contrario que el Gobierno de Sánchez”, “la prioridad única” del Consell que preside es “reconstruir lo que arrastraron las riadas”. También criticó a los socialistas que traten de “apuntalar un relato” que, a su juicio, “se cae a trozos”.
Mazón criticó a los socialistas que traten de “apuntalar un relato” que, a su juicio, “se cae a trozos”
El síndic de Compromís, Joan Baldoví, afirmó que el president debía dimitir porque “no ha tenido ni la decencia ni la humanidad de pedir perdón a la víctimas” y le acusó de ser “un presidente acabado, amortizado y patético”. Baldoví valoró que los autos de la jueza deberían “animarle a dimitir porque concluye la palmaria ausencia de avisos a la población impidió a las personas tomar medidas para protegerse”. “A mí me entrarían ganas de llorar, yo no podría vivir”, añadió el síndic. Le dijo también que se le debería “caer la cara de vergüenza” al leer de la jueza que “la emergencia competía al Consell”. “No se lee la cara de vergüenza porque la tiene forrada de 'baqueta' -la cara muy dura-, en valenciano”.
Carlos Mazón, en su respuesta, le dijo que “siga usted en el barro, yo en la reconstrucción”. El president le dijo al síndic de Compromís que él está “completamente centrado en la reconstrucción” y le dijo que: “No va a poder parar la recuperación. Olvídese, siga usted en el fango, en el dolor, en el odio”. Mazón recordó que a los quince días de la dana compareció en Les Corts para que “pasáramos diferencias y que nos uniésemos para reconstruir”. “Y cuatro meses después es una palabra que usted no ha conjugado. Usted se empeña en destruir. Es su decisión. Ahí queda su ética política. Sigue usted haciendo lo que siempre hace. Sigue haciendo del dolor su negocio. Y del odio su combustible político. Allá usted a mí me encontrará trabajando”.
La sesión evidenció que Vox es el gran apoyo de Carlos Mazón. Los de Abascal han demostrado que no van a dejar caer al president, pero fuentes del partido señalaban que, a cambio, van a ser muy exigentes con el Consell, especialmente en la negociación de unos presupuestos que se presentarán la próxima semana. Estas fuentes dan a entender que Vox apoyará los presupuestos pero añadían que ”a un alto precio”. Estas semanas han confirmado que la posibilidad de establecer algún puente entre el PP y el PSPV para buscar algún acuerdo en las cuentas de 2025, que deben estar diseñadas para afrontar la reconstrucción de la dana, es imposible.

El presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, durante una sesión de control en Les Corts Valencianes
No eran pocos los diputados que ayer en los pasillos reconocían que el clima político valenciano ha entrado en una situación de no retorno, y que la gestión de la dana, unido a la instrucción de la jueza de Catarroja, está marcando todo el debate. Con este escenario, si nada lo remedia, lo que queda de legislatura va a ser una concatenación de episodios de confrontación. A lo que se suma la calle: ayer, hubo una concentración de unas doscientas personas, familiares de víctimas mortales, pidiendo la dimisión del president. El próximo 1 de marzo se ha convocado otra manifestación, la quinta, para exigir al president que de un paso atrás. Ese es el escenario ahora en Valencia.