'El enterrador', una obra de teatro para tener memoria y que el pasado no se repita

Teatro

Esta potente pieza pone en valor la batalla soterrada de personas que, como el sepulturero Leoncio Badía, trataron de dignificar a los ejecutados por el franquismo

El actor Pepe Zapata durante la representación de la obra.

El actor Pepe Zapata durante la representación de la obra El Enterrador

LV

La primera vez que El enterrador se estrenó en València, la compañía no logró reservar hotel en la ciudad. Tuvo que hacerlo en la vecina localidad de Paterna. Un municipio ligado necesariamente a esta obra teatral que pone en valor la figura de Leoncio Badía Navarro, el sepulturero del cementerio de esta localidad de l'Horta Nord que trató de dignificar a los condenados a muerte por el franquismo y ayudar a sus familiares a poder recuperar sus cuerpos. “Después de meses de recabar información sobre Leoncio, no pudimos evitar acudir al cementerio y vernos con familiares de algunas víctimas”, explica a La Vanguardia, Pepe Zapata, actor y el productor de la obra. 

Zapata parió la idea tras quedar cautivado y compungido después de escuchar en la radio la historia de este enterrador que guardaba juntos a los cadáveres botellitas con los nombres de los asesinados u objetos personales para ayudar a su identificación en el futuro. Los precios de los hoteles los llevaron a Paterna y no desaprovecharon su estancia.

Un fragmento de la obra 'El Enterrador'

Un fragmento de la obra 'El Enterrador' 

David Ruano

Tras visitar El Terrer -el conocido como ‘Paredón de España’ de Paterna, donde fueron fusiladas 2.238 personas procedentes de 191 pueblos de la Comunitat Valenciana y de otros 60 municipios españoles-, Zapata preguntó si en el cementerio estaba también la tumba de Leoncio. Le dijeron que sí, con la casualidad de que junto a la lápida de su padre estaba en ese momento Maruja Badía, la hija del sepulturero. “Fue muy emotivo, me dirigí a ella, le expliqué que hacíamos una obra que recuerda la historia de su padre y rompió a llorar. La invité al espectáculo de aquella misma tarde y accedió”, cuenta.

Encuentro

El actor de la obra se encontró por casualidad con la hija del sepulturero, la figura clave sobre la que gira la obra

El actor cuenta que tras la función de València, invitó a Maruja a subir al escenario y desde allí ella pronunció unas palabras que le ha acompañado durante todas las actuaciones posteriores: “La hija de Leoncio pidió que la historia de su padre sirviera para que las generaciones de jóvenes sean conscientes de lo que pasó y que no se vuelva a repetir”.

En este contexto, explica Zapata, padre de tres hijos adolescentes, que las conversaciones con ellos sobre el franquismo le han servido de palanca para llevar la representación de El enterrador a centros educativos e institutos.  “La memoria histórica tiene la limitación de tres generaciones, desaparecen sus protagonistas y los profesores nos lo dicen cuando vamos a los institutos”, comenta el actor.

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Por ello, resulta especialmente relevante para Zapata que historias como la de Leoncio se conozcan entre los más jóvenes, ahora que parece que entre quienes han tomado distancia de la dictadura empiezan a calar determinados mensajes “con discursos muy polarizados”. Por fortuna, indica, “la reacción de rabia de los alumnos al ver la obra, al descubrir lo que sucedió entre vecinos, con sus familiares lejanos”, le da esperanzas.

Pepe Zapata en su papel de enterrador.

Pepe Zapata en su papel de enterrador.

David Ruano

El enterrador, escrita y protagonizada por Pepe Zapata y dirigida por Gerard Vázquez, es una propuesta teatral que sumerge al espectador en la historia de un actor (interpetado Pepe Zapata) que ensaya un monólogo que él mismo ha escrito sobre la historia de su familia y su conexión con el sepulturero. Durante su ensayo, revive el papel de un enterrador que, entre los cadáveres de cada día, reconoce a un amigo a quien creía muerto en el frente. Con él se desahoga explicándole su situación sobre lo que está haciendo y el peligro que corre su vida al intentar preservar la memoria de los fusilados.

En La Rambleta

'El enterrador' se representa en La Rambleta el próximo 5 de abril y tendrá después un coloquio 

La obra, con un formato íntimo y una interpretación potente, se presenta como un homenaje a los héroes anónimos de la Guerra Civil y la posguerra, que revive un episodio sobrecogedor de la historia de España y enfrenta al espectador a la importancia de la memoria pero también el peso del pasado en el presente. 

La función, que se celebrará el próximo 5 de abril en La Rambleta (València), contará con un coloquio posterior en el que el público podrá profundizar en los temas abordados en la obra, con la idea de añadir a la experiencia teatral un ejercicio de memoria y dignidad. 

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La botella encontrada en la fosa 146 del cementerio de Paterna que ha servido para identificar a una calderero de Utiel.

La vida de este enterrador que conmovió al actor cuando la escuchó por primera vez, se enmarca dentro de una serie de hallazgos e historias sorprendentes como las botellitas de cristal  que se encontraron en la fosa 126 de Paterna. En ellas había nombres, mecanografiados y escritos a mano, como el de Germán Pérez, lo que permitió hace ahora poco más de un año identificar a este calderero de Utiel como una de las 12 personas fusiladas el 13 de octubre de 1941 en el paredón de Paterna.

En esa misma fosa 126 estaba el cuerpo del padre de Pepica Celda, cuya batalla por dar encontrar a su familiar y la del propio Leoncio Badía, fue ficcionada de manera brillante por el dibujante Paco Roca y el periodista Rodrigo Terrasa en el cómic El abismo del olvido (Astiberri).

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