Problemas para el puerto de Alicante: la Cámara de Comercio y el restaurante flotante, en el aire

Proyectos en crisis

Las obras de la institución cameral que debían haber terminado en abril están paralizadas por orden del Ayuntamiento y el gran proyecto hostelero peligra por defectos en la estructura sobre la que debe asentarse

Imagen de ayer, miércoles 7 de mayo, de la zona donde deberían estar avanzando los trabajos de la futura sede de la Cámara de Comercio

Imagen de ayer, miércoles 7 de mayo, de la zona donde deberían estar avanzando los trabajos de la futura sede de la Cámara de Comercio

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Son proyectos muy distintos entre sí, pero con dos  características comunes: ambos están situados en el puerto de Alicante -a muy poca distancia uno del otro- y aunque debían estar ya en marcha, nadie es capaz de saber cuándo y cómo se culminarán.

Se trata de proyectos heredados por el actual presidente de la Autoridad Portuaria, Luis Rodríguez, y en los que están involucrados instituciones y empresarios muy relacionados con la institución. Por un lado, la futura sede de la Cámara de Comercio de Alicante, cuya obra paralizó el Ayuntamiento cuando ya llevaba retraso -debía haberse concluido en abril- al estar ejecutándose sin la preceptiva licencia, amparándose en una simple declaración de intenciones. Por otro, el espectacular restaurante “flotante” que estaba previsto erigir sobre un pequeño islote artificial construido en la bocana de la dársena interior, una obra paralizada a causa de graves problemas de asentamiento.

La Autoridad Portuaria confirma que ha remitido al Ayuntamiento el informe que le fue requerido sobre la obra de la Cámara

En el primer caso, la Cámara de Comercio ha optado por el silencio absoluto. Se cumple ya un mes desde que el Ayuntamiento de Alicante forzó la paralización de la ambiciosa obra de reforma impulsada por el presidente de la Cámara de Comercio, Carlos Baño, en un local arrendado a una sociedad de en la que participa la familia Ortiz, dentro del antiguo complejo de ocio y hoy de oficinas 'Panoramis'.

A la espera de que la concejalía de Urbanismo resuelva el expediente abierto, que analiza entre otras cosas si la obra se ajusta a la volumetría máxima permitida en el inmueble, ninguna de las instituciones involucradas -Cámara, Ayuntamiento y Autoridad Portuaria- es capaz de poner una fecha a la resolución del asunto.

Carlos Baño, presidente de Cámara Alicante, José Antonio Rovira, conseller de Educación, el Obispo Munilla y el rector del CEU, ante el logo y el recinto en obras que será el futuro centro de formación.

Carlos Baño, presidente de Cámara Alicante, José Antonio Rovira, conseller de Educación, el Obispo Munilla y el rector del CEU, en la obras paralizadas.

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La Autoridad Portuaria confirma a La Vanguardia que ha remitido al Ayuntamiento el informe que le fue requerido, y están “a la espera de que el Ayuntamiento nos comunique sus criterios para la aplicación del Plan General de Ordenación Urbana, dado que es el Ayuntamiento quien primordialmente tiene competencias en materia urbanística para interpretar y aplicar el Plan General de Ordenación Urbana Municipal”.

Esta indefinición afecta también a la Generalitat Valenciana que preside Carlos Mazón -gerente en excedencia de la Cámara- que ya presupuestó el año pasado un millón y medio de euros para financiar la reforma -que no se ejecutaron- y ha vuelto a hacerlo en el presupuesto de 2025, pese a la proclamada necesidad de apretarse el cinturón en un ejercicio marcado dramáticamente por la reconstrucción de las zonas arrasadas por la riada.

Esta indefinición afecta también a la Generalitat que preside Carlos Mazón, gerente en excedencia de la Cámara

El grave problema afecta también al CEU San Pablo, institución educativa privada que figura como socio de la Cámara de Comercio de Alicante en la escuela de negocios ubicada en el área que ocupaban los multicines de Panoramis y cuya inauguración debía producirse en el próximo curso y ahora queda, como todo el conjunto, en el aire. 

El restaurante que no flota

Más verde, si cabe, está el proyecto de restaurante flotante que la Autoridad Portuaria concedió al Grupo Forty en la bocana de la dársena interior. Una vez que se llevó a cabo la base, una plataforma equidistante de los muelles de Levante y Poniente sustentada en el agua sobre pilares, se comprobó que no asentaba bien sobre el fondo, lo cual exigía obras adicionales. A preguntas de este diario, la Autoridad Portuaria asegura que está pendiente -sin fecha- una prueba de carga que determine si es factible iniciar la obra.

El Grupo Forty, propietario de numerosos negocios en la ciudad, algunos tan conocidos como los restaurantes Mauro, Petimetre o Pepito Brillo, y clubs como Copity, había previsto abrir en  septiembre de 2023 un local cuyo llamativo diseño y ubicación -será necesario llegar en barca- debían garantizar su éxito.

Recreación virtual del futuro restaurante

Recreación virtual del restaurante “flotante”

LVE
Hace meses que no hay actividad en la plataforma sobre la que debía ubicarse el restaurante.

Hace meses que no hay actividad en la plataforma sobre la que debía ubicarse el restaurante.

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En vista de que la “isla” no cuaja, la empresa hostelera se ha embarcado en otros ambiciosos proyecto, también sobre terrenos portuarios, como el 'beach club' Puntapiedra -abierto en 2023- y otro de próxima apertura en el gran local que dejó libre en el muelle de Levante el histórico Dársena al trasladarse la muelle de Poniente. Béton Brut se llama, y tiene previsto ofrecer cuatro espacios distintos en cuatro plantas con una oferta culinaria y de coctelería diferente para cada una, dirigida por el chef Pablo Montoro, director gastronómico y socio del proyecto.

Lo que el presidente de la Autoridad Portuaria de Alicante deberá explicar cuál es el coste que ha asumido hasta ahora la institución para llevar a cabo una estructura que, en caso de no llevarse a cabo el proyecto para el cual fue concebida, en algún momento será necesario retirar de la bocana. 

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