Viticultores valencianos cambian las variedades por el creciente interés en los caldos blancos

Agricultura

Los agricultores del sector también lamentan que los daños de la dana, muchos aún sin resolver, perjudicarán la cosecha

Trabajadores del campo en la vendimia del año pasado, en Valencia

Trabajadores del campo en la vendimia del año pasado, en Valencia

AVA-ASAJA

En Utiel, donde la riada inundó calles y parcelas agrícolas en la mañana del 29 de octubre pasado, se perciben las mejoras en caminos y parcelas, pero aseguran que “son lentas”. Había en sus campos “mucho daño, porque el agua se llevó las capas más fértiles”, explica Luis Javier Navarro, vicesecretario de La Unió Llauradora i Ramadera, además de viticultor en esa localidad. También la otra asociación mayoritaria del sector, la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), advirtió hace un par de meses, antes de la brotación actual de la vid, de esta situación y urgió al Gobierno a acelerar “inmediatamente” los trabajos de reparación de los viñedos damnificados para adelantarse y evitar posibles daños en la futura producción de uva.

Ahora, en plena primavera y con la vid ya en verde, insisten en que de momento “no se ha movido nada”, asegura el responsable de la sectorial del vino en AVA-ASAJA, José Luis Robredo. A los daños en las parcelas, sobre todo en las de las comarcas de Utiel-Requena, Hoya de Buñol y Ribera Alta, se suman los efectos del pedrisco caído a primeros de mayo en algunas localidades, como Villar del Arzobispo, y que, según AVA-ASAJA, podría haber dañado a un total de 1.200 hectáreas de viñedo, comprometiendo a futuro las cosechas de esta temporada.

“Ahora los excedentes que generamos son de vino tinto“”, explica Luis Javier Navarro, vicesecretario de La Unió Llauradora

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Tractor trabajando en un campo valenciano

En Utiel, además, sus bodegas producen sobre todo vinos tintos, mayoría en la Denominación de Origen Utiel-Requena siendo la variedad de uva bobal la más extendida en la zona, ya que supone un 65% de la producción inscrita en producción, pero los agricultores consultados explican que la tendencia de consumo actual no les beneficia. Y es que, detallan los responsables sectoriales del vino en las principales asociaciones agrícolas valencianas, el creciente interés del mercado por los vinos blancos y rosados está transformando los cultivos de la Comunidad Valenciana. 

En opinión de Navarro, de La Unió, el consumidor ha cambiado de interés en los últimos cuatro o cinco años, con la covid-19 como punto de inflexión. “Ahora los excedentes que generamos son de vino tinto y son muchas las plantaciones en las que se está cambiando la variedad desde la pandemia, pero claro, eso lleva entre cinco y seis años de tiempo. No es tan fácil”, explica Luis Javier Navarro. “Nadie nos lo explicamos, ha sido de una campaña para otra”, añade Robredo, de AVA-ASAJA. Otra visión ofrece Salvador Manjón, presidente de la DOP Valencia, quien asegura que en el último año la tendencia de salida “muestra signos de recuperación de esta situación” aunque reconoce que “esa sensación en el sector existe, ese miedo es real”. Los últimos datos de Infovi, el boletín del Gobierno sobre el sector vitivinícola, muestran un estrecho margen en el mes de marzo en la exportación de vino blanco, mayoritario, frente al tinto en la Comunidad Valenciana. En tinto muestra mayor fortaleza en la salida a países de la Unión Europea que en el mercado interior. Según Manjón, el sector tiene una “sensación de atravesar una época mala y con muy pocas perspectivas de salida”, pero lo más deprimente, advierte, es “que no ven la luz al final del túnel”.

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GRAFCVA8477. VALENCIA, 22/02/2024.- Decenas de tractores entran en València para concentrarse en el Puerto en la tercera protesta conjunta de las principales organizaciones agrarias, con el apoyo de las cooperativas, para reclamar un giro de las políticas a la Generalitat, el Gobierno y la Unión Europea, la preferencia comunitaria, la reciprocidad con las importaciones de países terceros y unos controles eficaces para evitar la entrada de nuevas plagas y enfermedades. En la imagen los agricultores arrojan verduras al suelo durante la concentración. EFE/Biel Aliño

El sector tiene la sensación de atravesar una época mala y con muy pocas perspectivas de salida”

Salvador Manjón, presidente de la DOP Valencia

La DOP que preside Manjón -que se divide en cuatro subzonas, Moscatel de Valencia, Alto Turia, Clariano y Valentino, y transforma sus viñedos en caldos tanto tintos como blancos, celebró ayer por la tarde la 19.ª edición de su Noche del Vino, bajo el lema “València, gracias a ti”, con la presentación de una nueva campaña de comunicación y la participación de 32 bodegas valencianas. En el acto intervino el conseller de Agricultura Miguel Barrachina, que trabaja en la elaboración de un Plan Estratégico del Vino “con visión de medio y largo plazo” que aspira a dar respuesta a los retos de rentabilidad, comercialización, sostenibilidad e innovación del sector.

La superficie cultivada en la Comunidad Valenciana suma 56.773 hectáreas, según datos los últimos datos oficiales, el 6,3% del total de España. La provincia de Valencia concentra el 80,6% de esta superficie, mientras en Castellón se cultiva vid principalmente en tres comarcas (Alto Palancia-Mijares, San Mateu y Useres-Vilafamès) que producen tanto tintos como blancos, mientras la DOP Alicante produce el moscatel que también da lugar a las mistelas y, en una zona de interior, los vinos de Monastrell.

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