Si el lector ha comprado ya los primeros melocotones de la temporada, sabe que el precio ronda los cinco euros el kilo, céntimo arriba o abajo. Los hay más baratos, tal vez algo por debajo de los cinco euros, pero en cualquier caso el precio de venta al público se aleja, y mucho, del que reciben los agricultores. Eso denuncian las principales asociaciones agrarias valencianas, que lamentan que el precio de la fruta de verano está cuadruplicando en los lineales de supermercado el que ellos reciben por su producción.
En la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) explican que el agricultor cobra alrededor de un euro el kilo, pero más de 70 céntimos son costes de producción. Todo, en una temporada con menos producción de fruta de verano, por el impacto de la dana en muchas plantaciones, pero también por el pedrisco caído en algunas localidades de la Ribera Alta que, según sus cálculos, deja pérdidas de hasta 40 millones de euros en el interior de la provincia de Valencia. AVA-Asaja también enciende la alerta roja en los patatales verdes de la huerta valenciana porque, según advierten, los precios ofrecidos a los productores se han hundido a la mitad en las últimas semanas, hasta el extremo de situarse por debajo de los costes de producción y, por tanto, incurrir en pérdidas.
El pedrisco de esta primavera deja, según AVA, pérdidas de hasta 40 millones de euros en el interior de Valencia
Por su parte, en La Unió Llauradora i Ramadera han analizado los precios y, a la espera de las cotizaciones de esta campaña, recuerdan que el año pasado la media que percibieron los productores fue de 0,70 euros el kilo, mientras que en supermercados o hipermercados se llegó a una media de 3,50 euros. Con estos datos, vaticinan que en la actual campaña los precios en campo serán “ligeramente superiores”, y en el caso de las nectarinas se confía que lleguen a un euro el kilo, en los lineales de la distribución ya encuentran esta fruta a 5,40 euros el kilo.
Toni Cardona, responsable de fruta de verano en La Unió Llauradora, tilda esta campaña de “peculiar”: los efectos desastrosos de la dana, la necesidad de agua que tenía el campo tras una larga sequía ahora superada, el abandono de tierras continuo al que está sometido... “La cuidamos como a un hijo, pero cuando sale al mercado y ves lo que pasa con los precios...”, dice sin acabar la frase este agricultor, que no solo lamenta el amplio margen que se lleva la comercialización de la producción agraria, sino la condena en la que observa está sumido el sector desde hace tiempo. “Cada año se abandonan más campos. La agricultura funciona por la ilusión y las ganas del agricultor, por su profesionalidad, pero no por la rentabilidad. Así no podemos, cuando esta ha sido la tierra que produce la mejor fruta que se ha hecho y con la que triunfamos en Europa”, insiste Cardona.
“La agricultura funciona por la ilusión del agricultor, no por la rentabilidad”, lamenta Toni Cardona, de La Unió Llauradora
La asociación añade a su escasa remuneración la bajada de consumo y propone para revertir la tendencia que se activen campañas de promoción de la fruta, tanto desde el Gobierno como desde la Generalitat Valenciana. “Suerte que aún quedan comerciantes, como los paquistaníes, que apuestan por abrir fruterías y verdulerías, porque estas están desapareciendo. La gente no se pasea por el mercado para ver los melocotones, tocarlos, olerlos, sino que compra desde el sofá, por impulso, y eso nos perjudica”, explica Cardona.
Mientras, AVA-Asaja acusa a los agentes que están entre el productor y el consumidor de “abusar con sus ganancias” y pide fiscalizar la distribución, sobre todo al gran distribuidor que alcanza a un mayor número de consumidores.