Más de 300 escritores y escritoras valencianos se han unido en manifiesto para mostrar “su absoluto rechazo a las agresiones de diversa índole que está padeciendo” el valenciano en los últimos tiempos y mostrar el apoyo a la Acadèmia Valenciana de la Llengua, cuestionada y castigada en los últimos presupuestos aprobados en las Corts Valencianes por PP y Vox. Los firmantes que aseguran ser personas “de diversas sensibilidades y preferencias políticas, sociales y lingüísticas” piden que la lengua quede “fuera de todo debate partidista”.
Asimismo, estos autores denuncian “el arrinconamiento que el valenciano sufre con las nuevas normativas del sistema educativo, el único ámbito de uso donde hasta ahora se aspiraba a cierta normalidad, así como los intentos de minorización en la Corporación Audiovisual de la Comunidad Valenciana”, sociedad en que se integra la radiotelevisión pública À Punt.
En su escrito, referentes como Rafa Lahuerta, Carles Alberola, Marc Granell, Susanna Lliberós, Purificació Mascarell, Rodolf Sirera y Ferran Torrent, piden que “las cuestiones estrictamente gramaticales (ortografía incluida) se debatan en los escenarios académicos pertinentes (AVL, las universidades, etc.) y que queden fuera del ámbito de la opinión pública y de las redes sociales, como pasa en cualquier otra lengua”.
En esta línea, los escritores recalcan su apoyo a la Acadèmia Valenciana de la Llengua “para que continúe con su tarea de regulación de las cuestiones lingüísticas meramente técnicas sin ningún tipo de presión y con los recursos necesarios para continuar ofreciendo sus prestaciones a los usuarios de la lengua”. En los últimos Presupuestos de la Generalitat, la institución estatutaria sufrió un duro recorte que pone en peligro su viabilidad. Ante esta circunstancia, los autores apuntan que ellos mismos utilizan “diariamente herramientas que la AVL pone al alcance de todos como, por ejemplo, el Diccionari en línia o el Nomenclàtor Toponímic Valencià”.
Los escritores hace una defensa de la labor de la AVL, asfixiada por PP y Vox
Por todo ello, reclaman que desde los ayuntamientos, la Generalitat y las diputaciones “dejen de considerar la lengua como un arma de agresión política” pues entiende que, con esa manera de actuar, “en vez de atacar al adversario político se está agrediendo al usuario de la lengua y a la misma lengua, con lo que se está facilitando el abandono del valenciano por ser una lengua problemática”. A finales de julio, la Diputación de València presentó una nueva colección con la intención de abrir debates filológicos en torno a la normativa del valenciano.
Y concluyen. “No pedimos nada más que no tengan el resto de colegas de las otras lenguas del Estado: continuar escribiendo para contribuir a agrandar el patrimonio literario valenciano, sin tener que estar continuamente pendientes de los azares extralingüísticos que afectan a nuestra herramienta de trabajo”.