El informe remitido al juzgado por el director de la residencia de Paiporta donde murieron seis personas la trágica tarde del 29-O denuncia que no consta “por parte de ninguna Administración u autoridad (Policía Local, Guardia Civil, entre otros) durante toda la mañana y las horas previas a la inundación, comunicación directa con el Centro Savia Paiporta avisando de ningún riesgo de preemergencia o emergencia”. Incluso, los responsables de la residencia remarcan que “según el Protocolo de Actuación en caso de Alerta Meteorológica por lluvias en Centros de día y Residencias de personas mayores (de 25 de junio de 2024), que la Dirección General de Dependencia y de las Personas Mayores remitió a las 9.52h a varios centros residenciales (no al de Paiporta) la alerta activa en la zona de Paiporta a las 7:45 h era NARANJA y no había ninguna emergencia activa”.
Con estas informaciones, explican en el informe remitido al jugado que instruye la causa de la dana, en el centro hizo su actividad normal: “la última visita registrada consta que abandonó el centro sobre las 19 h. sin ninguna incidencia”.
Sin avisos previos, trabajadores del centro se encontraron con el agua cuando a las 19:30 salían tras acabar su jornada
Por ello fue mayúscula la sorpresa de los trabajadores que a las 19:30 horas abandonaban la residencia tras acabar su jornada laboral. El relato del informe es estremecedor. Lo empleados que ya se marchaban a sus casas “observan que a lo lejos hay como 'un mar en calma' y, de repente, ven como el agua empieza a entrar por el muro de la residencia y empieza a invadirlo todo. Nada más entrar empiezan a gritar 'todo el mundo arriba' y todo el personal se moviliza para subir a las personas usuarias por las escaleras principales”. Instantes después, prosigue el escrito, se oye un estruendo “como consecuencia de que el agua ha estampado los coches contra la puerta del Centro”, la fuerza del impacto “arranca la puerta y empieza a entrar un tsunami de agua. Escasos minutos después, el personal del Centro afirma que el agua dentro del Centro ya les llegaba por las rodillas”.
El informe es contundente. “La primera comunicación oficial del riesgo de inundación llegó a las 20:11 h a través del sistema ES Alert a los móviles de todos los habitantes de la provincia de Valencia cuando el Centro Savia Paiporta estaba completamente inundado”.
“La primera comunicación oficial del riesgo de inundación llegó a las 20:11 h a través del sistema ES Alert, cuando el centro estaba completamente inundado”
Ante la complicada situación narrada, los trabajadores se dividieron para empezar a subir a las personas usuarias. “Llegaron a hacer una cadena entre ellos para agilizar la subida”. El escrito cuenta que “la corriente era muy fuerte” por lo que “descolgaron una puerta para llevar a algunas personas usuarias hacia la escalera y también los movieron desde los sillones relax” o los subieron a las mesas para facilitar su desplazamiento.
En un momento dado, se señala en el informe, “la fuerza y el nivel del agua y lodo, así como la corriente existente impidieron a los profesionales seguir accediendo a la sala 3 para salvar la vida de cuatro personas que quedaron en dicha zona”. Asimismo, las dos personas usuarias que se encontraban en la sala 2 y resultaron fallecidas también fueron desplazadas en sus sillones por la fuerza de la corriente de agua. De hecho, se detalla en el escrito, “una de ellas resultó arrastrada fuera de la sala, encontrándose su cuerpo al día siguiente por la Guardia Civil en unos campos alejados del Centro”.
Las llamadas a emergencia daban error
En el escrito, los responsables de la residencia también explican que cuando el agua invadió el edificio, hubo un “intento continuo de comunicación con los bomberos y protección civil tanto desde el Centro como por parte del personal de Savia que estaba fuera apoyando en la gestión de la situación”. Explican que “daba error la llamada”. Sí que se logró, contactar con la Dirección General de Infraestructuras Sociosanitarias de la Comunidad Valenciana que aseguró haber trasladado la urgencia. Además, se señala que constan llamadas de la vicepresidenta primera y consellera de Servicios Sociales a la psicóloga de la residencia que le pide ayuda y le va informando de la situación”.

