Un total de 16 ayuntamientos de la Comunidad Valenciana tiene en vigor un convenio de colaboración con la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) la institución normativa que tanto el PP como, sobre todo, Vox han puesto contra las cuerdas con un recorte presupuestario sin precedentes del 25%. A estos convenios hay que añadir otros ocho acuerdos de colaboración que están ahora en trámite a falta de revisión o pendientes de una última firma.
En un momento donde la AVL está en el ojo del huracán -el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, le ha acusado de desviarse de su objetivo fundacional y ha propuesto incluso cambiarle el nombre- llama la atención que algunos de los convenios firmados estén sustentados por gobiernos del PP y Vox.
Es el caso del acuerdo que se mantiene con el Ayuntamiento de Borriana, convertido por la formación de derecha extrema en una especie de banco de pruebas de su batalla cultural. En esa población, por ejemplo, se canceló la suscripción revistas como Camacuc, Cavall Fort y El Temps. El convenio con este municipio de Castellón fue prorrogado en mayo de 2025. Un mes más tarde, se firmó, con una vigencia hasta 2028, otro acuerdo es con el Ayuntamiento de Elx, también cogobernado por las mismas fuerzas que cuestionan la manera de actuar de la Acadèmia Valenciana de la Llengua.
Además, siguen vigentes los alcanzados por la AVL con València, Vinaròs o Algemesí, municipios donde los dos partidos comparten funciones en los ejecutivos locales.
Elx, Borriana, València, Vinaròs o Algemesí tienen convencios con la AVL
Sí que es cierto que los ocho nuevos convenios que están en trámite han sido impulsados todos por alcaldes progresistas como los de Sagunt, Altea, Gandia, Burjassot o la Vall d’Uixò. El hecho de que las derechas hayan puesto en el punto de mira a la AVL parece haber multiplicado el intento de estas administraciones en colaborar con la institución normativa.
Tal y como explican fuentes de la AVL, estos convenios no están dotados económicamente, pero dentro del presupuesto de la Acadèmia había una línea a la que podían optar estos consistorios que, este año, ha caído por los recortes en los fondos pactados por PP y Vox en las Corts Valencianes.
Algunos de los acuerdos firmados este año con Cocentaina, Moncada o Picassent incluyen medidas de fomento del valenciano como rotular las calles en esta lengua, garantizar la versión de la web en la lengua propia, comprometerse a tener un 50% de la programación cultural en valenciano o ceder espacios para actos de la AVL.


