Cerca de celebrar el aniversario de la dana, hay que estar muy atentos a lo que ya advertimos hace mucho tiempo: la tragedia del pasado 29 de octubre, que se cobró 229 vidas, va a tener un efecto notable en un nuevo combate electoral autonómico valenciano. Parece razonable intuir que el malestar generado por la gestión de la Emergencia, auditada ahora por una jueza instructora que señala directamente a la Generalitat Valenciana, puede alterar sustancialmente el resultado del pasado 28-M. Si leen el análisis de las encuestas divulgadas hasta ahora realizado por mi compañero Hèctor Sanjuán, existe una tendencia que se está marcando en verde, la del ascenso de Vox en detrimento del PP. Siendo un fenómeno general, hay suficientes señales que apunta a que será en la Comunidad Valenciana uno de los territorios donde el ascenso de la derecha extrema podría ser más pronunciado. A falta de conocer otras como la prevista el jueves por Levante-EMV, el PP valenciano puede sufrir un grave retroceso, lo que apuntalaría aún más la dependencia que tiene de Vox desde que comenzó esta legislatura.
La úndécima manifestación contra el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón
La Comunidad Valenciana fue clave en España en las anteriores elecciones autonómicas y generales y puede volver a serlo ahora. Con la diferencia de que en aquellas dos ocasiones no se había producido aún la dana, suceso que ha generado una profunda desafección de muchos valencianos hacia sus instituciones, principalmente el Consell valenciano, pero también al Gobierno. Como es el PP quien gestionó directamente la catástrofe, parece lógico pensar que será este el partido que puede recibir directamente el castigo de ese malestar. Más aún si el clima de opinión contra Carlos Mazón se mantiene, como así apuntan estos mismos sondeos. Tal vez estos dos factores expliquen con claridad esta tendencia.
A falta de conocer otros sondeos pendientes, el PP valenciano puede sufrir un grave retroceso, lo que apuntalaría aún más la dependencia que tiene de Vox desde que comenzó esta legislatura”
La hipótesis no ahuyenta también riesgos para el PSPV cuya matriz, el PSOE, gobierna España junto a la formación de Yolanda Díaz, amenazada esta, según estos sondeos, de entrar en el terreno de la marginalidad. Un PSOE sin fuerza a su izquierda, como ya sucedió el pasado 28-M en Valencia (falta saber qué sucederá con Compromís), permitiría al PP y Vox seguir gobernando la Comunidad Valenciana, aunque con claves muy diferentes a las actuales. Porque el ascenso de la derecha extrema permitirá a la formación de Abascal imponer con mucha más facilidad su relato de lo que ya hace tiempo está realizando en esta autonomía. De facto, Mazón no puede adoptar ninguna decisión legislativa importante sin contar con el apoyo de Vox. Ahora toca imaginar qué sucederá cuando sean pocos los diputados en les Corts Valencianes que separen a ambas derechas si llegan a gobernar. Y un dato: hasta para cambiar de líder el PP necesitaría sondear a Vox. Ese es el escenario valenciano casi un año después de la dana.