Mazón renuncia a presentar en tiempo y forma los presupuestos en plena incertidumbre
Política
Este viernes acababa el plazo para presentar las cuentas en las Corts, pero el ejecutivo valenciano tiene otras prioridades
El president de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, acompañado de la consellera de Economía y Hacienda, Ruth Merino, y por la vicepresidenta de Susana Camarero.
El día 31 de octubre solía ser un día muy ajetreado en los despachos de la Conselleria de Hacienda. Esa madrugada, los técnicos y dirigentes cerraban los últimos detalles de los presupuestos para presentarlos en tiempo y forma a las Corts Valencianes, como indica la ley antes de acabar el mes de octubre, para empezar su tramitación parlamentaria. El año pasado, la terrible dana evitó que esto sucedieran y la negociación posterior con Vox alargó su aprobación hasta finales de mayo. Este año, en un momento de plena incertidumbre política y con el aumento de la presión política y social sobre el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, los plazos presupuestarios no han sido la primera prioridad del Consell y no se cumplirán.
Pese a que el martes la vicepresidenta y portavoz de la Generalitat, Susana Camarero, todavía evitaba ratificar que los presupuestos no se iban a presentar esta semana, finalmente el fin del plazo legal ha dejado patente que el gobierno autonómico entiende que ahora, políticamente, aprobar unas nuevas cuentas y empezar otra dura negociación con Vox no es lo más adecuado.
Desde el Consell y también desde el grupo parlamentario popular se lleva semanas apuntado que no sería un drama prorrogar las cuentas actuales, dado que hace poco más de cinco meses que se aprobaron, aunque también admitían que lo deseable sería tener unos nuevos presupuestos. Para Vox, como ha dejado claro su portavoz en las Corts Valencianes, José María Llanos, la prioridad es sacarle todo el jugo a los actuales. De momento parece que se salen, una vez más, con la suya.
Con una remodelación del Consell programada, la presentación de las cuentas no ha sido una prioridad
Y es que la situación es compleja para el Consell que, más allá de la crítica sobre su president, tiene prevista una remodelación la semana que viene. También hubiera sido raro que haber presentado unas cuentas y acto seguido quitar a alguno de los consellers que las habían propuesto. Ello no quiere decir que se vaya a apostar, necesariamente, por una prórroga de los presupuestos. Aunque es un escenario poco probable y casi imposible, se podrían aprobar de aquí unas semanas y forzar los plazos para tener las cuentas aprobadas por el Parlamento antes de acabar el año.
En esta coyuntura, los presupuestos están en stand by. De hecho, los de 2025 no se entregaron a las Corts hasta que Mazón ató el apoyo de Santiago Abascal. Un respaldo que a priori seguiría siendo posible pues el líder de Vox, después de unas declaraciones en las que llegaba a calificar de mentiroso al jefe del Consell, volvía a mostrar su sintonía con el dirigente valenciano y cargaba la responsabilidad de la dana en Pedro Sánchez. Parece que la entente entre ambos líderes no se ha resquebrajado, pese a lo sucedido en el funeral de Estado.