La tilde de València o la sustitución de la palabra 'aquest' por 'este' fueron algunas de las correcciones de última hora de Salomé Pradas y Vicente Mompó que retrasaron “seis o siete minutos” el envío del mensaje Es-Alert que a las 20.11 del 29 de octubre de 2024 llegó a los móviles de miles de valencianos, muchos de ellos encaramados al techo de sus vehículos, a las ramas de un árbol o a un tejado, algunos ya fallecidos a consecuencia de la riada que asoló buen parte de la provincia de Valencia. De ello ha dejado constancia en su declaración, que aún continúa en el juzgado de Catarroja, Jorge Suárez, subdirector de Emergencias en el momento de los hechos.
Era tarde, en cualquier caso, pero ese no fue ni el único retraso ni el mayor entre los que, pasado el tiempo, resulta difícil comprender, teniendo en cuenta que, según Suárez, el envío de la alerta se debatió desde un momento anterior a las 17.30, poco después de iniciada la reunión de Cecopi, y durante toda la tarde. Salomé Pradas, la consellera que era máxima responsable y mando único una vez que la emergencia se había elevado al nivel 2, decidió en un momento determinado que antes de enviarlo era necesaria una consulta previa a los alcaldes de las poblaciones afectadas.
La tilde de València o la sustitución de la palabra 'aquest' por 'este' fueron algunas de las correcciones de última hora
También se plantearon reservas legales sobre la competencia de la Generalitat para decretar un confinamiento, que fue una de las opciones que se estudiaron. Suárez ha señalado que el jefe de Bomberos -como explicó Pradas en una entrevista- manifestó su preocupación porque un mensaje pudiera generar una reacción de pánico en la población. El testigo ha declarado que la exconsellera salió de la sala para realizar consultas, pero ni ella ni el secretario autonómico, Emilio Argüeso -el otro investigado- explicaban con quién y de qué hablaban en sus llamadas telefónicas.
Como ha quedado ya constatado en otros testimonios, no existía una idea clara del tipo de mensaje que había que enviar, y hubo dudas varias que sumaron demora tras demora: desde la necesidad de utilizar otro canal si se enviaba una versión en inglés, hasta el contenido exacto del mensaje. Incomprensiblemente, se descartó una frase que recomendara a la gente subir a las plantas altas, y en primera instancia se les recomendó simplemente evitar desplazamientos y quedarse en casa. Incluso en la elección del tono, se trató de evitar por parte de Pradas, siempre según Suárez, utilizar un tono imperativo. El testigo ha asegurado que a él nadie le dijo que el mensaje se distribuyera a través de los medios de comunicación
