Marina Casas, profesora de catalán en Cuba: “Descubrí que los cubanos bailan las habaneras, me sorprendió mucho que nos sacaran a bailar”

'Via Lliure'

La manresana en Latinoamérica ha comprobado que “el catalán está vivo y no se utiliza sólo para hablar”

Marina Casas, la profesora de catalán en Cuba que descubrió que los cubanos bailan las habaneras

Marina Casas, la profesora de catalán en Cuba que descubrió que los cubanos bailan las habaneras

RAC1

“Entusiasmo y curiosidad” son reacciones habituales en Sudamérica cuando descubren que hay una lengua que es el catalán y una tierra cuya cultura propia se llama Cataluña. Por el contrario, muchos catalanes muestran dudas y escepticismo cuando se preguntan qué hace una profesora enseñando lengua y literatura catalana en Sao Paulo.

Marina Casas, manresana de 35 años, destaca esta diferencia en su misión al otro lado del Atlántico. Desde hace seis meses en Sao Paulo, y habiendo pasado dos años por Cuba, la profesora universitaria defiende que “el catalán sigue vivo y no sólo se utiliza para hablar”. En este sentido, dice que “no tenemos suficientemente presente que es una entrada a toda una fuente de conocimiento”.

El catalán sigue vivo y no sólo se utiliza para hablar

Marina Casasprofesora de catalán en América Latina
La Universidad de La Habana, en Cuba, hace más de 20 años que ofrece estudios de catalán

La Universidad de La Habana, en Cuba, hace más de 20 años que ofrece estudios de catalán

RAC1

Así, la docente ha explicado en el 'Via lliure' de RAC1 que hay muchos motivos entre los extranjeros para abrazar la cultura catalana, más allá de comunicarte con un nuevo idioma: “Como lengua románica, el catalán tiene mucha historia en campos como la etimología. En La Habana tenía muchos arquitectos o historiadores del arte. Tenemos muy buenos artistas en Catalunya”. Aun así, admite que la vinculación más rápida de brasileños y cubanos con Catalunya sigue siendo el Barça.

En cuanto a la conexión cultural entre Catalunya y el país caribeño, Casas relata un nuevo descubrimiento personal: “Los cubanos bailan las habaneras, me sorprendió mucho que nos sacaran a bailar”. Habla del día que compartieron cómo eran las habaneras catalanas en los cubanos con unos músicos de folk catalanes en La Habana: “Queríamos enseñarles algo y fueron ellos que nos dijeron 'es que esto se baila así'”. De hecho, no tiene muy claro hasta qué punto los cubanos “tienen conciencia de que es importante para nosotros”.

Descubrí que los cubanos bailan las habaneras

Marina Casasprofesora de catalán en América Latina
Fragmento del cuadro 'Las Habaneras' (1864) de Manuel Rodríguez de Guzmán

Fragmento del cuadro 'Las Habaneras' (1864) de Manuel Rodríguez de Guzmán

RAC1

Una estancia en Cuba donde también ha probado la cara más dura de la moneda en relación a las restricciones políticas: “Una realidad paralela a cualquier país”. La profesora hace referencia a la censura, que impide publicar libros. Por este motivo, no ha podido editar el cuento creado con los alumnos de la Universidad de La Habana 'Yordan, Drac y Jordina', la leyenda de Sant Jordi adaptada con elementos de la cultura cubana.

En la misma línea, revela otro episodio represivo que vivió en primera persona en la universidad: “Hice una actividad con 14 músicos catalanes y me quitaron los carteles que colgué porque ponía 'entrada libre'”. Era una invitación “muy abierta” a una reunión, una concentración, que son el preludio de las manifestaciones, un derecho totalmente prohibido en el Estado. De hecho, apunta que “la rectora nos dijo que no quería 'acontecimientos tumultuosos en la universidad'”. Finalmente, hicieron el concierto, pero tuvieron que difundirlo por WhatsApp.

Me quitaron los carteles que colgué de una actividad con musical porque ponía 'entrada libre'

Marina Casasprofesora de catalán en América Latina

Pese a los evidentes retrocesos de la sociedad, se declara una enamorada de Cuba y subraya el carácter y capacidad de resiliencia de la gente, aunque, en muchos casos, no tenían ni las necesidades básicas cubiertas: “Encontran la manera de pasárselo bien, nosotros nos ahogamos en un vaso de agua”.

En cambio, la situación que se encontró en Brasil fue mucho más amable, aunque la cruda realidad de Cuba no fue el motivo del cambio de aires, sino que ya estaba pensado: “Fue de corazón, algo me decía que tenía que ir hacia allí. Por la música, pero también la lengua, el portugués, que siempre me ha gustado, pero no lo hablaba y he tenido que aprender”.

Este artículo fue publicado originalmente en RAC1

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...