Las plantas son un elemento de decoración básico en muchas casas. Cuando compras la primera corres el riesgo de cogerle el gusto y convertir tu casa en un vivero. Aunque cuidar una planta puede parecer sencillo y relajante, para muchos supone un auténtico desafío. Una planta es un ser vivo y por tanto, conlleva una responsabilidad y debes conocer los cuidados necesarios para mantenerlas bonitas y saludables. Muchas veces el problema es que sin querer cometemos errores que hace que las plantas se marchiten.
¿Por qué tus plantas se marchitan aunque las riegues habitualmente? El experto en plantas Álvaro Pedrera, conocido en redes como @ypikue, revela el error que más vidas verdes ha cobrado en los hogares y asegura que “regar una vez a la semana es un error”. El especialista lo tiene claro: “Si riegas tus plantas una vez a la semana como rutina, siento decirte que estás cometiendo uno de los errores que más plantas se ha cargado”. Y es que según apunta cada planta necesita agua a un ritmo distinto “no solo depende de la planta” sino que también influye “la luz que recibe, el tipo de maceta, la tierra o la época del año”.
La importancia de conocer la frecuencia del riego
El jardinero señala el origen de los errores al cuidar de las plantas: “Tú vas a tu calendario semanal y piensas: hoy es día de regar y lo haces por inercia y sin entender si la planta lo necesita”. Precisamente ahí es cuando aparecen los problemas: “hojas amarillas, raíces podridas, y tu sin saber muy bien porqué y a lo mejor no te pasa ahora, pero te pasa en los cambios de estación, o después de trasplantar. El problema es el mismo”. Por eso asegura que “no puedes tratar igual a tus plantas todo el año” y es necesario saber cuánta agua requieren nuestras plantas y evitar estropearlas. En este sentido, destaca que antes de llevar cualquier planta a casa es necesario investigar cuáles son sus cuidados, ya que no todas se comportan de la misma manera en cada estación del año.
La frecuencia del riego depende de la especie y de la estación del año. Uno de los efectos clave del exceso de riego es que las raíces no pueden intercambiar gases correctamente, que provoca que las raíces se ahoguen e impide que la planta absorba agua y nutrientes, y muere. Las hojas amarillas o caídas, el sustrato seco o el crecimiento lento son señales de que la planta necesita agua. El experto asegura que no basta con mirar la superficie de la maceta y da un truco para evitar que se mueran las plantas: “La tierra se seca primero por arriba, pero abajo, que es donde están las raíces, puede seguir empapada y si sigues regando sin comprobarlo bien, te cargas la planta”, apunta. Para evitar este error, recomienda meter el dedo 7 o 8 centímetros en la tierra “si la tierra está seca ahí abajo, toca regar. Si aún sigue húmeda, mejor espera”. Para aquellos más aprensivos, que les de asco meter el dedo, ofrece la alternativa de meter un palito de madera.
La importancia de situar bien las plantas en casa
A parte de los consejos sobre el riego adecuado, el experto también señala la importancia de elegir una buena ubicación para cada planta y evitar que se mueran. Al contrario de lo que puede parecer, no todas las especies se adaptan a cualquier espacio. Cada tipo de planta tiene diferentes exigencias tanto de luz, como de humedad y temporada. Álvaro Pedrera advierte que la salud de las plantas de interior depende de donde se sitúen. Entender cómo afecta la luz interior de tu hogar y cómo se adapta cada especie es esencial para que crezcan de forma óptima. Es por eso que avisa que un salón con mucha luz “puede ser una trampa”. Y enfatiza que “tu salón puede tener mucha luz, paredes blancas y grandes ventanales, pero cuidado que lo que a ti te parece mucha luz para una planta puede no ser suficiente y ahí esta la trampa”.
Plantas de serpiente en maceta dentro de casa
Lo más importante es entender que no todas las plantas necesitan la misma cantidad de luz. Mientras que unas necesitan luz más directa otras se adaptan mejor a espacios situados a la sombra. En una guía elaborada por el experto señala que aquellas que necesitan luz directa, como la Monstera deliciosa o el aloe vera, se tienen que situar justo delante de la ventana. Si la luz que necesita la planta es media, como el potus o la calathea, una buena opción será elegir una zona de la casa con claridad media. Mientras que aquellas que requieren de luz más baja, como la sansevieria o el anturio, se pueden colocar en zonas más alejadas de los ventanales, como los pasillos.
