En un sector tradicionalmente dominado por hombres, la voz de Ainoa Blanco cada vez coge más fuerza. Esta joven camionera comparte a través de sus perfiles en Instagram y TikTok, el día a día de esta profesión en la que con solo 30 años ha logrado abrirse camino con esfuerzo en un sector donde las mujeres solo representan un 2% del total de conductores.
El sector del transporte no es fácil, y en ocasiones, el precio a pagar es alto. Las interminables jornadas al volante, que a menudo son de entre 13 y 15 horas diarias, son solo una parte de la exigente rutina a la que se tienen que enfrentar cada día los transportistas. Además, hay que sumarle la presión del tiempo, ya que están vinculados a plazos de entrega, lo que obliga a cada profesional a planificar rutas o adaptarse a los imprevistos que puedan encontrarse en la carretera. Así como el aislamiento y la soledad constante, que convierten cada viaje en una prueba de resistencia diaria.
Una profesión, marcada por la tradición familiar
Ainoa Blasco, camionera en España(cedida)
El transporte siempre había formado parte de la vida de Ainoa Blanco, ya que su padre y su hermano son chóferes. La llegada de la pandemia fue lo que la llevó a darle un giro a su vida y seguir con la tradición familiar y se sacó el carnet C de conducción de camiones. “Mi hermano habló con su jefe y le dijo: que no busque trabajo, que se viene con nosotros”. Después de casi 4 años en la profesión, asegura que “es muy dura”, pero la recomienda. “A nivel personal te espabila mucho porque te pones en situaciones en las que vas a estar sola y vas a tener que buscarte la vida para poder salir de ello. Te hace muy autosuficiente”, explica en una conversación con La Vanguardia.
¿Por qué cree que la gente joven cada vez opta menos por este tipo de profesiones?
Los jóvenes cada vez son más conscientes de que hace falta vivir. Antes se tenía la mentalidad de que había que trabajar, pero estaba recompensado. Trabajabas muchos y llegaba un punto en el que conseguías estabilidad para ti y tu familia y le podías dar una buena educación a tus hijos. Antes cobraban muy bien. Ahora es mucho más difícil y supone renunciar a una gran parte de tu vida para sobrevivir. El nivel de sueldos ha cambiado mucho, mi padre cobraba mil euros más por el mismo trabajo.
Si nos queda un sueldo más o menos aceptable es por las dietas, porque en sí es vergonzoso
¿Diría que se cobra bien siendo camionera?
Es muy relativo porque cada rama tiene unos precios y unos horarios y también depende de la comunidad autónoma. Aun así, si nos queda un sueldo más o menos aceptable es por las dietas, porque en sí es vergonzoso. Es una locura que el sueldo base sea de 1.300 euros por estar 9 o 10 horas de conducción diaria, que pueden ser 90 horas de conducción bisemanal. Además, de las horas que haces de esperas. En total, en Valencia son sobre los 1.570 euros. No está pagado, además las horas extra tampoco se pagan.
Yo debería cobrar menos que algunos compañeros que se pasan la semana fuera porque, por lo menos, tengo opción de hacerme comida y llevármela si quiero.
¿Considera que existe una cierta pasividad del gremio a la hora de reclamar mejoras en las condiciones laborales y salariales?
Hay pasividad en general en casi cualquier sector. Nos han creado el miedo de que si te quejas vas a perder lo que tienes y la gente ha dejado de pelear. Por miedo, por creer que si me quejo, me van a echar. En el sector del transporte, aunque falta mano de obra, sigue habiendo miedo.
Si tú peleas por algo, el de al lado te va a seguir, pero a la que te des la vuelta va a decir que no sabe nada. Es lo que ha pasado en muchas empresas.
Hay sitios que en los que ni se te ocurre parar
¿Tiene una ruta habitual que le permita establecer una rutina?
No, pero normalmente siempre duermo en casa. Te puede salir alguna ruta de dormir fuera, que a veces agradezco, porque vas cambiando y es muy diferente la rutina de los viajes sin son más cortos o más largos. La ruta varía cada día y es una historia nueva. Hasta última hora del día no sabes lo que vas a hacer al día siguiente.
¿Y cómo se organiza la ruta?
A todos nos gusta organizarnos nuestra ruta. Si voy a ir a Madrid y sé que me puedo parar en un sitio que me gusta más, pues voy a hacer para parar en ese sitio. Me calculo que voy a llegar con las 4 horas y media que puedo hacer del tirón, pero si cojo tráfico o lo que sea, igual no llego. Y ahí me distribuyo el tiempo.
También intentas pensar que si llevas mucho peso, es mejor coger una ruta más larga, pero que no haya cuestas porque el camión va a sufrir menos.
Ainoa Blasco, camionera en España (cedida)
¿Ha descubierto que hay algunos lugares donde es mejor evitar?
Hay sitios que ni se te ocurre parar. Yo que soy de Valencia si tengo que hacer un viaje a Madrid y tengo que hacer noche, no llego a Madrid. Me quedo bastante antes porque siempre te puede pasar algo. Hay ciertas zonas que es mejor evitar. Si llegas a Madrid, es más fácil que te intenten abrir el camión, ya no la cabina, sino también el remolque. Y al final, eres el responsable de la carga que llevas. Es tu responsabilidad.
Por suerte, de momento, nunca me han intentado robar. También tengo la ventaja de lo que aprendo mi padre, de mi hermano y de los compañeros que llevan mucho tiempo en el sector. Siempre digo que es superimportante hacer caso a la gente que está en esto y ya sabe cómo funciona, porque te van a dar unas pautas y unos consejos para evitarte muchas veces estos problemas.
En una profesión tan asociada a los hombres, ¿cómo ha percibido esta situación desde dentro?
Aunque es cierto que entre hombres se ha perdido bastante el compañerismo, al contrario de lo que la gente piensa, es un sector, por regla general, te ven y te ayudan. Es automático. He llegado a parar en un sitio y que alguien me reconozca y decirme, cualquier cosa que necesites, ese es mi camión a la hora que sea, me da igual. Estoy aquí.
Es muy común encontrarte gente que te dice que tenía ganas de que hubiera más mujeres en el sector
Y a nivel laboral, ¿se siente reconocida como por el resto de tus compañeros de la empresa o con los que vas coincidiendo?
Sí. De hecho, es muy común encontrarte con gente que te dice que tenía ganas de que hubiera más mujeres en el sector porque hacemos falta. Ahora mismo los camiones no son lo que eran. Antes sí que se necesitaba mucha más fuerza física, pero ahora todo es más cómodo y los camiones son automáticos. Me acuerdo de que mi padre me decía que para girar el volante de algunos camiones hacían falta tres personas.
Todo está muy mejorado y con los sistemas de frenado, llevar el camión es muy sencillo y no te hace falta tanta fuerza bruta.
¿Ha conocido a otras mujeres en tu día a día que también se dediquen al transporte?
A varias y la verdad es que me alegro mucho cuando nos cruzamos. Casi siempre que nos damos cuenta de que nos cruzamos con una mujer, casi siempre nos saludamos. Cuando no nos saludamos es el que no nos hemos dado cuenta. Y la verdad es que nos alegramos bastante y pensamos: otra más.
Ainoa Blasco, camionera España (cedida)
¿Por qué cree que hay tan poca presencia femenina en el mundo del chofer?
Todo es cuestión de tiempo y más o menos adaptación. Es verdad que aunque los tiempos han cambiado, creo que las mujeres somos más de casa, de lo nuestro. Yo soy una de ellas, por eso, nunca he querido hacer internacional porque soy muy de mi casa, muy familiar. Y el estar tanto tiempo fuera sin los míos es una cosa que no concibo.
Muchas veces existe el prejuicio de que trabajar en el camión va a ser estar siempre fuera. Y no, hay muchas cosas. Yo, por ejemplo, estoy yéndome para casa prácticamente todos los días. También puedes buscar porque tienes transporte regional donde vas todos los días a casa. O nacional, donde a lo mejor te pasas las semanas fuera o a lo mejor de ida y vuelta, que duermes un día fuera, un día en casa. Independientemente de que seas hombre o mujer, hay cierta opción de decidir entre un sector u otro por el tipo de condiciones.
¿Cree que se podría tomar alguna medida para revertir esta situación?
El problema es que no solo hacen falta mujeres. Es muy difícil regular el transporte porque hay muchas cosas que no van a depender de la empresa en la que trabajes ni del porte que estés haciendo. Va a depender de que la carretera que tú no la puedes manejar, no puedes decidir, voy a llegar en tanto tiempo. Porque puedes coger un accidente, un coche de carretera por obra. Es muy difícil marcar un horario y es lo que hace que no sea atractivo. Hacemos entre 10 y 12 horas fuera de casa. Encima no se incentiva económicamente con un buen sueldo y reconocimiento porque se ha avanzado mucho en la imagen del transporte.
Cuando llegó la pandemia, la gente del transporte eran héroes, pero ahora volvemos a ser los que vamos a 90, que creamos tapón, que molestamos. No hay conciencia de lo que es un camión, y que no maniobra igual que un coche o una furgoneta.
Quiero que cambie la imagen del sector, no quiero que a mis compañeros se les trate de puteros
¿Cómo decidió empezar a mostrar su profesión a través de las redes sociales?
Quiero que cambie la imagen del sector. No quiero que a mis compañeros se les trate de puteros, que es una cosa que se oye mucho, y mientras ellos me estén diciendo que tienen ganas de llegar a casa y ver a sus mujeres e hijo. No me parece bien que nos vean como que somos lo último. Es una cosa que no llevo bien y quería limpiar un poco esa imagen. Hay que mejorar muchas cosas, pero es un trabajo muy digno, muy duro y muy
bonito, pero la gente no lo ve así. Quiero que se vea también la parte bonita que la
tiene. Hay gente que se sube al camión y que no llega a hacer una semana, o un mes, y hay otros que nos quedamos y no nos vemos ya haciendo otra cosa.
¿Y cómo lleva la soledad del camión?
Son muchas horas de soledad y esto es un arma de doble filo, porque la soledad, si tú no te conoces bien a ti mismo, te puede jugar muy mal las pasadas. Ahora lo tenemos muy fácil. Igual estoy hablando con mi padre 2 o 3 horas, después otro rato con mi madre, o me llama otro compañero, algún amigo, que también nos dedicamos a lo mismo, como todos vamos en ruta. Hacemos el día más ameno.
Ainoa Blasco, camionera en España (cedida)
Y por último, ¿se ve trabajando siempre de esto?
Tengo muy claro que necesito el transporte en mi vida de la manera que sea. No me gustaría bajar en un camión. No sé lo que me deparará la vida, pero no me veo haciendo otra cosa que no vaya ligada al sector del transporte, porque me gusta. Es un sector muy interesante, tiene muchísimas cosas, aprendes mucho. No puedo hablar mal de nada.
