Todos creemos que en España se habla mal inglés, pero este país nos supera de lejos, según el EF EPI 2025
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Según la investigación, España alcanza los 540 puntos, dos más que el año pasado, y asciende hasta la posición 36 del ranking mundial
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España lleva años conviviendo con la idea de que su nivel de inglés es bajo. Es un diagnóstico asumido tanto en la calle como en los debates educativos. Sin embargo, el nuevo informe EF English Proficiency Index (EF EPI 2025), elaborado a partir de los resultados de 2,2 millones de personas en 123 países y regiones, matiza esa percepción: España no figura entre los mejores, pero tampoco ocupa las últimas posiciones, y este año incluso adelanta a países que tradicionalmente se consideran más competentes, como Francia.
Según el estudio, España alcanza los 540 puntos, dos más que el año pasado, y asciende hasta la posición 36 del ranking mundial. El avance es pequeño, pero suficiente para mantener la tendencia de mejora moderada que el índice detecta en los últimos años. Aun así, esta puntuación sitúa al país dentro de la categoría de dominio “medio”, lejos del liderazgo europeo que vuelven a encabezar Países Bajos, Croacia y Austria.
El dato que rompe prejuicios: Francia queda por detrás de España
El dato que más llama la atención es la posición de Francia. El país vecino, históricamente asociado a una enseñanza sólida de lenguas extranjeras, aparece este año en el puesto 38, justo por detrás de España. Su puntuación, 539, rompe la percepción habitual de que los franceses dominan mejor el inglés que los españoles. El informe no se detiene en comparaciones históricas, pero el cruce de datos refleja un cambio significativo en la fotografía anual del aprendizaje del idioma en Europa.
La radiografía interna: Galicia, Madrid y Cataluña marcan la diferencia
Dentro de España, las diferencias territoriales siguen siendo marcadas. Galicia destaca como la comunidad con mejor nivel de inglés, con 563 puntos. Le siguen Madrid y Cataluña. En el ámbito urbano, Vigo vuelve a situarse en lo más alto con 569 puntos. El estudio subraya que estas posiciones no son puntuales: las regiones que aparecen en la parte alta llevan varios años manteniendo resultados por encima de la media nacional.
Pese a la mejora general, la expresión oral sigue siendo el principal punto débil de los españoles. El informe señala que la lectura y la comprensión auditiva son las habilidades más sólidas, mientras que hablar inglés continúa siendo la asignatura pendiente. Este año, sin embargo, la medición incluye una novedad relevante: por primera vez se evalúan también las habilidades de expresión oral y escrita con tecnología de inteligencia artificial desarrollada por Efekta Education Group. Según el estudio, esta inclusión permite medir con más precisión la capacidad real de comunicación en distintos contextos.
Los jóvenes españoles no levantan el vuelo
El factor generacional añade otra capa interesante. Los adultos de 26 a 30 años son quienes mejor puntúan, con 575 puntos, mientras que el grupo de 18 a 25 años no ha recuperado todavía los niveles previos a la pandemia. La brecha de género también se está reduciendo por segundo año consecutivo, lo que sitúa a España en línea con la tendencia global hacia una mayor igualdad en las competencias lingüísticas.
En la comparación internacional, Europa se mantiene como la región con mejores resultados, aunque su ritmo de mejora es cada vez más lento. El estudio observa avances en Europa Central y del Norte, al tiempo que indica retrocesos puntuales en Asia y Oriente Medio. Latinoamérica destaca por la amplia diferencia entre generaciones, con adultos que superan notablemente el nivel de los jóvenes.
En conjunto, el informe insiste en que el inglés sigue siendo una herramienta esencial para participar en un mundo cada vez más interconectado, especialmente en un momento en el que las tecnologías de inteligencia artificial más avanzadas se diseñan y operan mayoritariamente en este idioma. España avanza, aunque lentamente, y este año lo hace dejando atrás a un vecino que tradicionalmente parecía ir por delante.