Aplicar la crema en el rostro no es tan sencillo como se puede pensar. El producto no se debe frotar sino que se debe repartir con mucha suavidad, siempre realizando movimientos del interior al exterior y, en la parte del contorno, dar pequeños toquecitos para que la crema actúe mejor.
Pero hay varias zonas en las que no llega el producto, un gran error que puede tener consecuencias en el futuro. “La cara es más grande de lo que creemos. Es sorprendente cómo la zona del nacimiento del pelo, las orejas, el cuello y el escote suelen caer en el olvido”, señala Raquel González, cosmetóloga.
Repartir los productos por todo el rostro es muy importante
La fundadora de Byoode avisa que si estas partes no se tratan correctamente, los signos de envejecimiento se vuelven visibles más rápidamente. “Con los años, acaban teniendo un color y una textura completamente distintos al del resto del rostro, precisamente porque no se tratan con la misma constancia ni con los mismos productos”, apunta.
Estas zonas son además muy sensibles y vulnerables a los signos de envejecimiento, como lo son las arrugas, la pérdida de firmeza o las manchas. Por ello, los profesionales en dermocosmética aconsejan prestarles la misma atención que el rostro para tenerlas igual de cuidadas.
“La piel de las orejas, el cuello y el escote, sobre todo en España, que gozamos de buen tiempo desde abril hasta prácticamente el mes de noviembre, está constantemente expuesta a la radiación UV. Al no protegerla con fotoprotectores y no tratar con antioxidantes, es común que aparezcan manchas solares y signos de envejecimiento prematuro”, advierte Mireia Fernández, directora dermocosmética de Perricone MD.
Retin-A Night de Byoode es un sérum de noche (75 euros)
La clave para aplicar los cosméticos es hacerlo a conciencia. Los de la limpieza facial también se deberían extender al nacimiento del pelo, el cuello, escote y la zona de las orejas. De esta manera, ya se notaría una mejora en el aspecto y una textura mucho más uniforme.
“La prevención es infinitamente más eficaz que el tratamiento. Trabajar con fórmulas antioxidantes, como los sueros de vitamina C, protege la piel de la oxidación que causa el sol y reforzamos la barrera frente a la pigmentación. Y si añadimos retinoides por la noche, contribuimos a regenerar la piel en profundidad. Con ácido hialurónico nos aseguramos hidratación y evitamos las cascadas de envejecimiento”, expone Raquel González.
Cold Plasma Plus+ Sub-D/Neck, de Perricone MD (162 euros)
Además, recomiendan apostar por la nutricosmética para cuidar el cuerpo desde el interior y complementar así la rutina de skincare. “Antioxidantes orales, como la vitamina C, el zinc o los polifenoles, mejoran la respuesta de la piel frente al sol, reducen la inflamación celular y le dan un impulso a la producción de colágeno desde dentro”, afirma Mireia Fernández.


