Estrenar una crema o un sérum que incluya un principio activo que aún no se ha probado en la rutina de cuidado de la piel siempre hace gracia. Pero se tiene que ir con mucho cuidado, especialmente con los ácidos y exfoliantes, cuando no se sabe muy bien si son aptos para nuestra piel.
Notar un pequeño cosquilleo o notar la piel irritada es algo habitual cuando se utiliza por primera vez un producto, pero a veces puede que el principio activo que se usa afecte a la piel. “Sentir algo no siempre es malo, pero tampoco siempre es bueno”, afirma la facialista Esther Moreno.

Esther Moreno realizando un tratamiento facial en su centro
La cosmetóloga de EM Studio explica que notar ese hormigueo es común cuando se usan ingredientes como retinoides, ácidos exfoliantes o vitamina C en altas concentraciones. Esta sensación significa que el producto está activando la piel. “Es como cuando haces ejercicio y notas los músculos reaccionar. Lo mismo sucede con la piel: está recibiendo una señal para regenerarse, exfoliarse o estimular el colágeno”.
Notar este picor que dura poco es normal, pero si la molestia dura más o la piel empeora con rojeces es el momento de parar con este tratamiento. “Cuando la sensación es demasiado intensa, o aparece en zonas donde no debería (como el contorno de ojos), puede ser una señal de alarma”, señala la experta.

SKIN PERFECTING 2 % BHA Exfoliante Líquido de Paula’s Choice (39 euros, 118 ml)
Estos síntomas pueden significar que se ha aplicado mucha cantidad, que la piel no está preparada para ese ingrediente o que se ha combinado con otros principios que no se pueden mezclar o que la barrera cutánea está debilitada.
“Si el efecto es inmediato y desaparece en minutos, forma parte del tratamiento. Si persiste, molesta o genera inflamación, para y reajusta”, afirma Esther Moreno, que añade que notar esa sensación “no siempre es sinónimo de acción” y que cuanto más pique el producto, no significa que esté funcionando mejor.

A RETINYL RETINOATE de Theramid (39,95 euros, 30ml)
Para un buen uso de los cosméticos, la facialista recomienda aplicar la dosis recomendada -de 3 a 5 gotas para ser efectivos, no más- e introducir los activos de forma progresiva, es decir, si se utiliza un exfoliante o el retinol lo ideal es aplicarlos unas 3 veces a la semana para que la piel se acostumbre a sus efectos.
También es muy importante no combinar ácidos con retinoides en una misma rutina nocturna, sino apostar por un producto que calme e hidrate la piel. “Escucha a tu piel cada día, no todas las noches necesitas lo mismo, algunas te toca tratar y otras, recuperar”, avisa la experta.