Rita Sêco, experta en Medicina Estética facial: “Un gran error es limpiar en exceso la piel creyendo que así se reducirá la sensación de grasa, ya que puede eliminar la barrera protectora y desencadenar aún más producción de sebo”
Belleza
La doctora explica cómo se debe cuidar bien la piel en verano y cuáles son los ingredientes clave que se deben introducir a la rutina de skincare
La doctora Rita Sêco es experta en Medicina Estética Facial
En verano se experimenta un cambio notable en el estado de la piel, especialmente en aquellas que son grasas, mixtas o con tendencia acneica. Las altas temperaturas, el sudor y la exposición solar hacen que se note una piel mucho más grasa e incluso aumentan los brotes de acné.
“La combinación de altas temperaturas, humedad y exposición al sol provoca un aumento de la producción de sebo por las glándulas, lo que favorece la obstrucción de los poros y la aparición de granos. El sol intensifica la inflamación y estimula la queratinización, lo que dificulta la eliminación de las células muertas y contribuye al aspecto graso de la piel”, apunta la doctora Rita Sêco, experta en Medicina Estética Facial.
La piel grasa y con tendencia acneica puede empeorar con el sol
La fundadora de Galerie Clinic remarca que es muy importante seguir una buena rutina de skincare para controlar el brillo y los granos en verano y lucir una piel impecable y luminosa, sin ese aspecto graso. Y sí, los principios activos son la clave para conseguir este objetivo.
Por la mañana se debe hacer una limpieza suave con un limpiador en textura gel o espuma que no tenga aceite y tenga como ingrediente principal al ácido salicílico en el caso de tener la piel grasa. Si se tiene la piel seca, la doctora recomienda lavarse la cara solo con agua.
Acto seguido será el turno de un tónico y sérum que esté formulado con ácido salicílico o azelaico y una crema hidratante sin aceite y con efecto matificante. El último paso será el protector solar que debe ser mineral y también sin aceites para no dejar ese resultado brillante.
Por la noche, la doctora Sêco aconseja realizar la doble limpieza: primero con un limpiador en base de aceite para desmaquillar bien y, seguidamente, con un gel que puede ser el mismo que se ha utilizado por la mañana. La rutina continuará con un tónico o sérum con ácido salicílico o azelaico y una crema hidratante no comedogénica con ácido hialurónico o glicerina.
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La profesional recomienda aplicar una vez a la semana una mascarilla refrescante en tipo gel y realizarse una exfoliación química ligera para eliminar las células muertas -este paso se puede hacer un par de veces a la semana-.
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La doctora apunta que es esencial evitar fórmulas con aceites pesados o siliconas densas y alcoholes agresivos y jabones antibacterianos que debilitan la piel. Los grandes aliados para regular la producción de sebo son los ácidos salicílico, azelaico y peróxido de benzoilo, que limpian los poros y calman la inflamación, y las cremas con ácido hialurónico o glicerina.
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Además, alerta que hay hábitos que son un gran error y que pueden empeorar el estado de la piel. “Limpiar en exceso la piel creyendo que así se reducirá la sensación de grasa. Esta limpieza excesiva suele tener el efecto contrario, ya que puede eliminar la barrera protectora y desencadenar aún más producción de sebo”, afirma la profesional, que añade que tampoco se debe utilizar maquillaje no comedogénico porque obstruye poros e intensifica y que debe limpiarse bien la cara tras la exposición al agua del mar.
“La exposición excesiva al sol puede disimular temporalmente el enrojecimiento de los granos, pero acaba agravando la inflamación al aumentar la temperatura de la piel, incrementando posteriormente la producción de grasa”, concluye la experta.