El colorete es uno de los productos de maquillaje más usados porque es capaz de transformar el rostro en apenas unos segundos. Pero también es un cosmético que puede arruinar el make up cuando se aplica en exceso, puesto que una vez aplicado es difícil de difuminar. Es lo que se conoce como blush blinding, un término en inglés que literalmente quiere decir ceguera ante el colorete.
“Es completamente involuntario y te pasa porque estás tan acostumbrada a verte con colorete que toda cantidad que te aplicas te parece poco”, afirma la maquilladora oficial de Perricone MD, Patricia Carretero, que añade: “es como si te hubieras quedado ciega y no te dieras cuenta de que en realidad hay un exceso de blush”.

Aplicar mucho colorete puede destrozar el maquillaje
Como explica la experta, “el colorete es el toque de ‘vidilla’ en la cara que necesitamos para crear volúmenes en el rostro”, pero a medida que pasan los años su aplicación debe ser diferente porque la piel cambia y se debe buscar ese efecto lifting. “Ese toque de color en las mejillas tiene cierto poder rejuvenecedor, ya que recuerda a ese efecto en la piel de cuando se es niño y nos sonrojábamos”, afirma.
Pero cuando se aplica en exceso y deja ese “pegote” el resultado obtenido es el menos favorecedor y, lo peor, suma años. “El blush blinding se da, sobre todo, cuando se elige un tono demasiado llamativo para la piel, cuando se aplica demasiado pigmento o se utiliza una textura que refleja demasiada luz. Si el acabado es demasiado glow o pigmentado, el reflejo en fotos puede dar un efecto de mejilla mojada, que no siempre es lo más favorecedor. Si nos pasamos de cantidad, nos estaremos echando años encima o pareciendo infantiles”, expone.

Armani Luminous Silk Cheek Tint (26,99 euros)
Para evitar este error que es muy común, Carretero recuerda que “menos es más” y que siempre es mejor empezar con una pequeña cantidad de producto e ir trabajándolo para que se vaya difuminando. “Siempre se puede añadir más si hace falta, pero quitar el exceso sin estropear la base es más complicado”, avisa.

No Makeup Blush de Perricone MD (41 euros)
Además, es muy importante la textura del cosmético para que el acabado sea natural. Ella recomienda los coloretes en crema o bálsamo para un resultado natural, ya que se funden mejor con la piel y se pueden trabajar con la yema de los dedos.

Beauty Light Wand en el tono Pinkgasm de Charlotte Tilbury (40 euros)
Para Carretero, un truco infalible para no caer en el blush blinding está en la luz. “Lo que en el baño parece sutil, bajo la luz del sol puede ser un boom de color. Antes de dar por terminado el look, hay que mirarse en varias iluminaciones para asegurarse de que el colorete cumple su función: dar un toque dulce a la piel sin robar el protagonismo al resto del maquillaje”, concluye.