“Si estás triste, ponte más pintalabios y ataca”. Con esta frase Coco Chanel animaba a las mujeres a usar este cosmético que siempre llevaba en el vibrante y poderoso color rojo. Este producto tiene un lugar destacados en el neceser de miles de mujeres que no pueden salir de su casa sin él y que a lo largo del día retocan sus labios para sentirse guapas, seguras y empoderadas.
Se podría decir que el pintalabios es uno de los pocos productos de maquillaje que nunca pasa de moda. Tiene un efecto inmediato de transformar el ánimo y además potencia ese efecto buena cara que muchas buscan, especialmente al final del día cuando se tiene una cena después de un largo día de trabajo.
Blake Lively con un labial rojo en la premiere de 'It Ends With Us' en Londres
Además de levantar el ánimo, el labial tiene otro efecto muy curioso: blanquear ópticamente los dientes. “Todo está en el subtono (…) Los tonos con base azulada o ligeramente fría neutralizan los matices amarillos de los dientes, haciendo que se vean más blancos. Es algo que los maquilladores sabemos bien: un rojo cereza o un rosa frambuesa con matiz frío puede cambiar por completo la percepción del blanco de una sonrisa”, afirma la maquilladora Paula Aroca.
Dior Addict Lip Maximizer (44 euros)
La portavoz de Druni recomienda productos como el Smushy Matte Lip Balm de Nyx, que tiene una textura que se funde con los labios. Esta textura es la clave para que los labios se vean jugosos y con ese efecto mordido que tanto gusta a las parisinas y que se ha puesto muy de moda.
Smushy Matte Lip Balm (7,95 euros)
“El secreto está en el equilibrio perfecto entre color, hidratación y confort. No es el típico mate que reseca ni el bálsamo que desaparece a los diez minutos. Es un híbrido muy bien formulado, que deja el labio flexible y aterciopelado, con ese aspecto de boca jugosa pero sofisticada que se ve tanto en pasarela y redes”, destaca.
Cream Lip Stain - Rojo Aterciopelado Sin Transferencias de Sephora Collection (13,99 euros)
La maquilladora aconseja aplicar directamente con la barra -o si es de textura líquida- y difuminar el contorno con la yema del dedo para crear ese efecto labio mordido tan favorecedor y que puede llevarse en cualquier momento del día. “Lo bonito es que el color no se ve plano ni opaco, sino con un acabado natural que realza los labios y los dientes”, señala Aroca. Un paso que debe ir acompañado por un perfilador para marcar el labio y que también ayudará que el producto aguante mucho más.


