Abigail Arduan, experta en estética, alerta de la desconocida “arma silenciosa” para la piel: “Se debe cambiar cada 2-3 días máximo”

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La profesional advierte que hay tres errores que son insignificantes, pero que pueden envejecer la piel

La especialista en estética facial avanzada, Abigail Arduan

La especialista en estética facial avanzada, Abigail Arduan

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En la rutina de cuidado de la piel se pueden cometer pequeños errores que pueden marcar la diferencia en el aspecto del rostro. No solo se trata de seguir los pasos correctos con los productos adecuados para lucir una piel jugosa, luminosa y sin imperfecciones, también se deben adquirir unos buenos hábitos.

La especialista en estética facial avanzada, Abigail Arduan, desvela que hay tres fallos que muchas personas cometen y que hacen que su piel no se vea bien, y no, no es culpa de los cosméticos utilizados. “Estos errores, aunque pueden parecer nimios, son fundamentales, sobre todo si se repiten diariamente, pudiendo convertir una rutina personalizada y correcta en una rutina contraproducente”, indica.

Mujer con toalla en la cabeza cuidando su rostro

La piel del rostro debe tener su propia toalla, no debe usarse la de las manos o el cabello

Getty Images

Uno de los fallos más repetidos y que es un “arma silenciosa” es usar para el rostro la misma toalla con la que secan las manos. Los expertos no dejan de repetir que es muy necesario que la piel tenga su propia pieza para secarla correctamente y atención, porque debe cambiarse antes de lo que muchos piensan.

Una toalla facial acumula residuos de productos, células muertas, sudor y muchos micoorganismos, por lo que si se utiliza durante muchos días seguidos estos restos pueden favorecer la aparición de acné, reactivar la rosácea o producir irritación y sequedad.

Usar la misma toalla de manos para el rostro puede favorecer la aparición de acné, reactivar la rosácea o irritar la piel

“La inflamación crónica de bajo grado causada por esta contaminación es un acelerador del envejecimiento silencioso. Cuando la piel está inflamada, el sistema inmunitario libera moléculas que pueden dañar el colágeno y reducir la elastina, generando arrugas prematuramente”, argumenta Arduan, que aconseja cambiar la toalla cada 2-3 días como máximo. “Se debe lavar con detergentes hipoalergénicos sin suavizante y agua caliente”, apunta.

Otra gran equivocación es aplicar mal y rápido los productos. “El error más habitual no son los minutos, es la falta de consciencia; la gente tiene prisa y lo hace todo de memoria, pero la piel lo nota”, señala la especialista, que aconseja dedicar unos segundos a masajear bien el sérum y la crema por todo el rostro, cuello y escote.

“Es importante usar toda la palma de la mano, no solo la yema de los dedos, porque ese contacto amplio y cálido ayuda a que los activos penetren mejor y la piel saque el máximo provecho de cada producto”, dice Arduan, que recuerda que no es necesario usar mucha cantidad porque saturará la piel.

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La especialista también avisa de un hábito que afecta más de lo que se piensa al estado de la piel y que está relacionado con las manos. “Una persona se toca la cara entre 15-20 veces por hora, sin darse cuenta. Es decir, estamos inoculando constantemente bacterias, virus, hongos y contaminación ambiental directamente en los poros”, alerta.

Cuando la piel está en contacto constante con las manos hace que el sistema inmunitario trabaje generando estrés oxidativo y libera moléculas que aceleran la degradación del colágeno y elastina, es decir, se produce una aceleración acumulativa del envejecimiento.

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