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Laura Jorge, nutricionista: “Estas son las seis frases que nunca debes decirle a nadie cuando comes”

Comentarios desafortunados

Expresiones aparentemente inofensivas pueden generar malestar o incluso problemas más serios en quienes las reciben

Laura Jorge advierte de las consecuencias de estos comentarios

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En boca cerrada no entran moscas. Un dicho de toda la vida que nunca pasa de moda y que, en ciertos momentos, debería ser casi una norma de convivencia. Especialmente cuando se trata de comentarios sobre lo que otra persona está comiendo. Porque, aunque muchas veces se digan sin mala intención, ciertas frases pueden incomodar, molestar o incluso generar problemas más serios de lo que parece.

Laura Jorge, nutricionista, lo tiene claro y advierte sobre expresiones que pueden parecer inofensivas, pero que conviene evitar. “Estas son las seis frases que nunca debes decirle a nadie cuando comes”. 

Frases con consecuencias

Comentarios en la mesa que es mejor evitar

Y la lista deja poco margen de duda. Desde el clásico “¿te vas a comer todo eso?” Hasta el inevitable “madre mía, ¿cómo te estás poniendo?”, todas tienen algo en común: señalan, juzgan o cuestionan la forma de comer de los demás.

A veces el comentario llega con disfraz de preocupación, pero el efecto es el mismo. Un “deberías vigilar más lo que comes” o un “eso que estás comiendo seguro que engorda” puede parecer un consejo bienintencionado, pero en realidad es una invasión innecesaria en la alimentación ajena. Peor aún cuando se compara con uno mismo: “Yo no podría comer tanto como tú”. Esta es una frase que, sin decirlo directamente, lleva implícita una crítica.

Y no hace falta que sea un comentario dirigido al otro para incomodar. Incluso frases como “buah, estoy superempachada, ¿cómo vas a seguir comiendo?” Pueden hacer que alguien se sienta juzgado sin necesidad de señalarlo directamente. 

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Jorge advierte que es mejor guardarse las opiniones para no generar problemas ni trastornos: “Pueden parecer comentarios inofensivos o que incluso creas que lo haces por su bien, pero nunca sabes cómo le pueden afectar estos comentarios a la otra persona”.

Porque, aunque muchas veces se digan sin pensar, estas frases pueden tener consecuencias. En su consulta, la nutricionista ha visto casos de trastornos de la conducta alimentaria (TCA) que comenzaron con comentarios así. Por eso, su recomendación es sencilla: si no tienes nada bueno que decir sobre lo que alguien come, mejor no digas nada.