Para muchas personas, perder peso se puede convertir en una obsesión, y eso hace que algunos se aferren a trucos milagrosos o falsos mitos sobre la alimentación.
“Hay estrategias y modas en las redes que, en vez de fijarse en los hábitos generales, van a pequeños consejos aislados que en muchos casos no tienen sentido”, lamenta la dietista-nutricionista Anabel Fernández en La primera pedra, con Noemí Polls.
Por ejemplo, dos falsos mitos sobre el consumo de agua. El primero sostiene que beber agua antes de las comidas nos hará perder peso, porque estaremos saciados y comeremos menos. Y el segundo recomienda no beber agua durante la comida, porque se mezcla con los alimentos y hace que engorden más.
“De entrada parecen ideas contradictorias”, dice la experta, “porque si has bebido cinco minutos antes de comer se mezclará igual en el estómago”.
“Ninguna teoría ni ningún estudio demuestra que beber agua antes de comida nos haga perder peso”
En cualquier caso, Fernández deja claro que estas teorías no tienen fundamento: “Hay personas que dicen que se sienten más saciadas si beben agua antes de las comidas, pero los estudios demuestran que el consumo diario de calorías es similar. No nos ayudará a perder peso.”
En a este sentido, la cofundadora y directora nutricional de Koa Center hace un aviso a navegantes: “Si parece muy bonito, normalmente no es verdad”.
¿Y beber agua durante la comida?
Sobre la teoría que defiende que no es buena comida y beber a la vez, la dietista-nutricionista insiste que por norma general esto no supone ningún inconveniente para la salud, ni hace que nos engordamos más:
“Dicen que los zumos gástricos se diluyen, no son tan ácidos y costa más hacer la digestión, y no es bueno por el estómago. Esto no es cierto. Solo en ciertas personas que tienen reflujo, si hay mucho de líquido al estómago puede hacer que la comida te vuelva con más facilidad. Pero si no, no hay ningún problema”.

Anabel Fernández, cofundadora de Koa Center
Para estas personas con reflujo, Anabel Fernández recomienda “no tomar mucha cantidad de agua mientras comen”, pero no quiere decir que no puedan beber nada.
La experta subraya que mantener una buena hidratación es importante y que “el problema no es beber agua antes, durante o después de la comida, sino tomar suficiente, y la cantidad depende de cada persona”. Y apunta que a menudo lo que marca la diferencia es si tomamos agua en vez de refrescos azucarados o de bebidas alcohólicas: “Eso sí que puede tener repercusión en el peso y la salud”, avisa.
“El problema no es beber agua antes, durando o después de la comida, sino tomar bastante”
Y por último, Fernández deja una reflexión importante: “Se están dando consejos para perder peso que si los diéramos a personas con un trastorno de la conducta alimentaria nos parecerían una aberración. Estamos fomentando una mala relación con la comida y con nuestro cuerpo. Tenemos que dar consejos saludables e intentar mejorar hábitos independientemente del peso de la persona”.
Este artículo fue publicado originalmente en RAC1.