La experta en nutrición Leticia Zoé quiso mandar un mensaje a los consumidores sobre la presencia de mercurio en las latas de atún que se comercializan en España.
Según la especialista, la clave para evitar este metal pesado radica en saber identificar la especie de atún que contiene cada lata, ya que algunas variedades presentan niveles más elevados que otras.
“No hay que elegir el claro”, ha reseñado Leticia Zoé, explicando que el etiquetado de los productos en los supermercados ofrece información esencial para tomar una decisión más saludable.
Según la especialista, existen dos tipos principales de atún enlatado en el mercado: el atún listado (Katsuwonus pelamis) y el atún claro (Thunnus albacares o yellowfin). El primero es de menor tamaño y tiene una vida más corta, lo que significa que acumula menos mercurio en su organismo.
Atún en lata
En cambio, el atún claro pertenece a una especie de mayor tamaño y longevidad, lo que favorece la acumulación de este metal pesado en sus tejidos.
“Cuando acudimos al supermercado para comprar cualquier producto, pero sobre todo en el caso del atún, la información sobre la especie concreta de este pescado puede aparecer en el envase. Por ello, conviene revisarlo bien y a fondo”, advierte.
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Leticia Zoé recomienda leer detenidamente la etiqueta de las latas, ya que en muchos casos la información sobre la especie utilizada se encuentra en la lista de ingredientes o impresa en la propia lata. Esta simple acción puede marcar una gran diferencia en la exposición al mercurio de los consumidores.
A pesar de este problema, el atún sigue siendo uno de los pescados más consumidos en todo el mundo, gracias a su alto contenido en proteínas y ácidos grasos omega-3, beneficiosos para la salud cardiovascular.



