Sara Domínguez, organizadora profesional, revela las lecciones de orden en casa que son clave para el bienestar
Hogar y salud mental
La experta cuenta cómo hacer tu vida y aclarar tu mente a través del orden con todo lo aprendido en su trayectoria profesional
Una experta en organización da la clave: cómo tener la casa organizada en 15 minutos y sin estrés
Está demostrado que el orden en tu hogar hace no solo tu vida más sencilla, sino que favorece tu salud mental-
Vivir con la casa ordenada puede suponer una utopía para muchas personas. Dado el ritmo de vida acelerado que nuestra sociedad parece imponer y al que pocos pueden sobrevivir, que el desorden vaya tomando casa por casa parece cuanto menos inevitable.
Sin embargo, a muchos les interesará saber que, cuanto más ordenada tengan su casa, más ordenada estará su mente. El caos se traduce en un incremento del estrés, y al final la infelicidad es un pez que se muerde la cola que no nos deja vivir. A ellos se dirige una experta en orden, Sara Domínguez (@sarayuncafé), que ha querido compartir algunos de los consejos más valiosos que he aprendido a lo largo de sus diez años dedicada a la organización del hogar.
Domínguez: “Desde gestionar el caos hasta construir una vida más equilibrada y tranquila, cada lección ha sido una pieza clave en mi camino hacia la calma”.
- El desorden no se crea ni se elimina en un día. Para la organizadora, esto es clave: el desorden es un proceso acumulativo que procede de decisiones y hábitos, de esos momentos que decidimos mirar hacia otro lado. “Recuperar el orden es un proceso que necesita paciencia”, admite. “Cuesta, lo sé. Cada acción cuenta, la clave es no desanimarse. Hay que ir poco a poco”.
- La mentalidad lo es todo. Antes de lanzarse a ordenar, hay que darse cuenta de una realidad: el verdadero cambio no está en casa, sino en la cabeza. Lo que se puede controlar es cómo enfrentarse a las cosas. Además, hay que tener en cuenta que los cambios rápidos no valen para nada: lo que vale es la constancia y los hábitos. “No se trata de hacer esfuerzos un día y agotarte, sino de dar pequeños pasos cada día”, recomienda. “Esto es lo que crea hábitos”.
- La regla de la visibilidad es la clave. “No todas las zonas de la casa tienen el mismo impacto”, explica la experta. “Hay que priorizar las zonas que están a la vista”. La razón para esto es generar una sensación de control, e incluso querer extender ese sentimiento a otras zonas de la casa. “Es recoger lo evidente. Con recoger un poquito, es suficiente”.
Hay que priorizar las cosas más a la vista, para provocar lo que la experta llama un "efecto dominó.
- No necesitas más espacio, necesitas menos cosas. “Olvídate. No importa cuántos armarios tengas, porque van a terminar llenándose de cosas”, insiste. “Hay que terminar con el apego a los objetos, con los “por si acaso”. Cambia el enfoque: ¿lo necesitas? ¿Tienes espacio? Si la respuesta es “no”, es momento de decir adiós. Si algo nuevo entra, algo viejo tiene que salir”.
- Define tus ‘no negociables’ diarios. Son las pequeñas acciones diarias las que constituyen los grandes cambios a largo plazo. La experta reconoce que ella misma intentó abarcar con todo en sus inicios, sin éxito. Por eso definió sus ‘no negociables’ diarios: esas pequeñas tareas diarias que tienen gran impacto, como ordenar el salón antes de ir a dormir.
- La perfección es enemigo del progreso. La casa no debe ser como recién salida de las páginas de una revista de decoración, o caeremos en el eterno “ya lo haré”. “Aprendí una dura lección: la perfección es una ilusión. Lo importante es empezar y avanzar”, explica. “No es perfecto, pero es progreso”.
La perfección es una ilusión. No hay que hacerlo todo de una vez e impecable
- Establece un plan claro. “El orden no ocurre ni se mantiene por accidente”, insiste. “Sin un plan claro, el orden siempre va a volver. Tener un plan siempre será como un mapa para salir del caos. Las rutinas diarias son clave”. Eso sí, un detalle importante: hay que ser flexible y adaptar cada plan a cada etapa de la vida.
- Hay que aprender a delegar. “Siempre pensé que había que hacer todo sola, lo que me llevó al agotamiento. Un día me di cuenta de que no era una máquina. Tuve que aprender a delegar, y me di cuenta que era una cuestión de amor propio; además de que enseñé responsabilidad y trabajo en equipo”. Lo mismo ocurrió con el ‘multitasking’, pues diluye la energía y dispara el estrés. “Es una mentira que nos venden, además no avanzamos. Hay que centrarse en una sola cosa”.
- Menos es más. Los sistemas simples funcionan mucho mejor. No se necesita ser experto, sino encontrar un sistema que funcione para cada uno.
Domínguez: “No son fórmulas mágicas ni ideas imposibles: son aprendizajes reales que puedes empezar a aplicar hoy mismo”.
Además, la experta llama la atención sobre sentimientos como la paciencia. “El orden no es algo que se consiga de un día para otro, cada esfuerzo suma”, explica. “Hay que aprender a celebrar los logros, el progreso debe ser disfrutado. Nuestro hogar refleja lo que llevamos dentro”, asegura.
Domínguez explica que el cuidado de las propias emociones es tan importante o más que mantener el orden. “Una de las lecciones más importantes que aprendí fue que todo lo que parece urgente, realmente no lo es”, reflexiona.
"Lo urgente suele ser ruidoso, como los platos en el fregadero que necesitan ser lavados. Lo importante, como son cuidar de tu salud o pasar tiempo con tu familia, es lo que verdaderamente cuenta”. La experta insiste, cuidar de uno mismo es esencial: “Hay que elegir el autocuidado, porque si no estamos bien, nada funciona”.