Loading...

Ethan Kross, neurocientífico: “Las emociones negativas pueden ser motivadoras”

Autocuidado

El especialista rechaza la cultura del “positivismo tóxico” que se impone desde la sociedad e invita a abrazar todo lo que sentimos, bueno o malo

Las emociones “negativas” también tienen una utilidad, no podemos ignorarlas

Getty Images/iStockphoto

En los últimos años se está viviendo una cosa curiosa: la sociedad obliga a escapar cualquier cosa que denote negatividad. Se dice a través de camisetas, cuadernos, canciones, mensajes en televisión; propaganda que anima a evitar aquello que perjudica lo más mínimo. No obstante, como apunta el escritor estadounidense Mark Manson: “Evitar el sufrimiento es una forma de sufrimiento”.

No podía tener más razón, pues una actitud positiva impostada, silenciando las emociones “negativas”, solo puede tener consecuencias negativas a largo plazo, generando incluso trastornos de ansiedad y una desregulación de las emociones.

Hay frases hechas que contribuyen a reproducir la positividad tóxica

iStockPhoto

El neurocientífico estadounidense Ethan Kross apuesta precisamente por todo lo contrario: aprovechar esas emociones negativas que la sociedad rechaza, como el arrepentimiento, la culpa o la envidia -en su justa medida-; y utilizarlas en beneficio propio.

“La positividad está en todas partes, pero la positividad llevada al extremo (y a costa de escuchar lo que nuestras emociones negativas tienen que decir) puede tener rápidamente el efecto opuesto al deseado”, explica Kross.

Las emociones “negativas” también tienen una utilidad, no podemos ignorarlas

Sobre todo, en el terreno laboral, donde la tendencia dicta que los trabajadores eviten criticar a compañeros o jefes por miedo a los comentarios negativos. “Cuando los problemas que te preocupan no son algo que puedas controlar, resulta útil replantear la situación de forma positiva”, explica Kross, poniendo como ejemplo una situación laboral como puede ser un despido. Sin embargo, otras situaciones que sí están bajo control, como el trabajar en un entorno tóxico, sí puede ser perjudicial.

Desgraciadamente nos encontramos con muchas personas tóxicas y envidiosas a lo largo de la vida.

Getty Images/iStockphoto

“Cuando puedes arreglar lo que está mal (dejar el trabajo que te desmoraliza), transformar las emociones negativas en positivas puede prolongar el sufrimiento”, apunta Kross.

El especialista desestima eso de “solo cosas positivas”, pues apunta que “se omite es que las “emociones oscuras” tienen un lado positivo cuando se experimentan en las proporciones adecuadas”, asegura.

Emociones = información

Para Kross, las emociones no son ni buenas ni malas, simplemente son información. “La envidia puede motivarnos a trabajar más duro para obtener lo que queremos. El arrepentimiento nos ayuda a evitar cometer los mismos errores dos veces. La culpa nos guía para reconocer el daño que causamos y nos impulsa a enmendarlo”, continúa. “La ira puede ayudarnos a responder a una amenaza y corregir una injusticia. El miedo es una respuesta a un peligro específico y agudiza nuestra conciencia y nos obliga a actuar”, señala.

Las emociones negativas, como la frustración, también ofrecen información de nuetro entorno.

Clínica de la Ansiedad / Europa Press

Tal y como explica el experto, las emociones negativas tienen un lugar esencial cuando se experimentan en las proporciones adecuadas. La visión absolutista de que para vivir una vida mejor es necesario librarse de la negatividad es un mito peligroso. “Cada una de nuestras emociones, por desagradables que sean en el momento, contiene una sabiduría poderosa, moldeada por la evolución y la experiencia”, continúa. Ahora bien, como todo, “experimentar demasiadas de estas emociones puede tener un efecto profundamente negativo”. 

Para Kross, el objetivo no es huir de las emociones negativas o perseguir solo las que nos hacen sentir bien, sino ser capaces de experimentarlas, aprender de todas ellas y, cuando sea necesario, pasar fácilmente de un estado emocional a otro.