A todos nos ha pasado alguna vez: nos miramos al espejo y nos vemos más guapos que nunca, decidimos echarnos una foto para captar el momento y acabamos horrorizados con el resultado. ¿Qué ha ocurrido para que nuestra percepción cambie de forma tan drástica? Te lo contamos a continuación.
Noelia Mendez, creadora de contenido e influencer, nos explica este fenómeno en su último clip publicado en TikTok: “No es que seas menos guapa, hay una explicación científica detrás” asegura la joven.
@noeliameendezz ig: noeliameendezz | ✨ ¿Por qué en el espejo me veo bien y en la foto no? ✨ ¿Te ha pasado que te ves increíble en el espejo, pero en las fotos… meh? No es que seas menos guapa, hay una razón científica detrás. 🔬📸 🔍 Tu cerebro te engaña: Te acostumbras a tu reflejo y cuando te ves en una foto (que no es espejada), sientes que algo no encaja. 📷 La cámara distorsiona: Dependiendo del lente y el ángulo, tu rostro puede verse más ancho o más alargado. 💡 La luz lo cambia todo: La iluminación del espejo es uniforme, pero en una foto, una mala luz puede crear sombras raras. 😬 Tu expresión es clave: En el espejo te ves en movimiento, en una foto puedes quedar con una expresión tensa si no sabes posar. ✨ Solución: Usa luz natural, encuentra tu mejor ángulo y relaja la expresión antes de la foto. ¡Así mejorarás tus fotos al instante! 📌 Guarda este video para cuando vayas a hacerte fotos y dime en comentarios si te ha pasado esto. 💬👇 #fotogenica #aestheticvibes #cómosalirbienenfotos #instagramtips#InstagramTipsto #fotosaesthetic #PhotoHack #fotosaesthetic #trucosinstagram #tipsinstagram ♬ sonido original - ɴᴏᴇ 🍒🎧
En primer lugar, la familiaridad es uno de los factores con más peso en esta problemática: “Tu reflejo es familiar porque lo ves todos los días, por lo tanto, tu cerebro lo asume como la versión correcta”, asegura Noelia.
Nuestro cerebo se acostumbra a tener un esquema visual, por lo que ver una imagen captada por una cámara nos puede extrañar, debido a que esta aparece sin invertir. Al no coincidir con lo habitual, nos provoca rechazo, un efecto que se intensifica cuando la imagen no refleja la expresión a la que estamos acostumbrados.
Otro factor muy importante es la distancia entre la visión humana y la captación de una cámara: "Las cámaras no ven como nuestros ojos”, asegura Noelia. De esta forma, depende del tipo de lente y el ángulo en el que se tome la imagen, la proporción de la cara puede llegar a variar, pareciendo más alargada o ensanchada.
Finalmente, se debe tener en cuenta la luz: en los espejos suele ser frontal, suavizando los rasgos faciales, mientras que en las fotografías puede incidir desde varios puntos, creando sombras que cambian la percepción de nuestro rostro.