Todos conocemos a alguien (o vivimos en nuestras propias carnes) que parece problemas para dormir. Insomnio o despertares continuos son algunos de los más comunes, pero, ¿sabías que la causa de estos puede venir de tus hábitos diarios?
El 45% de los españoles duerme menos de 7 horas al día
Conforama, la popular firma de colchones, y la nutricionista Estíbaliz García han unido fuerzas para demostrar que lo que comemos afecta directamente en cómo dormimos. “Dormir bien no solo influye en nuestra energía diaria, sino que también impacta directamente en nuestra salud física y emocional. Sin embargo, alcanzar un descanso reparador no depende solo de cuántas horas pasemos en la cama -el 45% de los españoles duerme menos de 7 horas al día, según el último estudio de descanso de Conforama-, sino también de nuestros hábitos previos al sueño”, asegura la marca.
“La alimentación juega un papel fundamental en este proceso, ya que tanto los nutrientes como el momento y la forma en que comemos pueden favorecer un descanso profundo y continuo”, cuentan.
La nutrición como aliado
Las claves para dormir bien todas las noches
Así, hay modificaciones que podemos aplicar en nuestra alimentación que tienen un impacto directo en el sueño, uno de los hábitos que más debemos priorizar en nuestro día a día.
“Durante el sueño, el cuerpo lleva a cabo procesos esenciales como la reparación y regeneración de tejidos, consolidación de la memoria, equilibrio hormonal y fortalecimiento del sistema inmunológico. Por ello, incorporar pequeños cambios en la rutina puede marcar una gran diferencia en la calidad del descanso”, explica Estíbaliz García.
De esta forma, la nutricionista nos ha recomendado 5 cambios que podemos introducir fácilmente en nuestra dieta. ¿El beneficio? Dormir bien cada noche.
- No descuides tu cena: “Evita cenas copiosas y procura cenar 2-3 horas antes de acostarte, pero tampoco te vayas a la cama con hambre” revela la experta. Además, también aconseja introducir proteínas ligeras (pescado, huevos, tofu), grasas saludables (aguacate, semillas, aceite de oliva virgen extra) y una pequeña cantidad de hidratos de carbono complejos (patata o boniato enfriados) para favorecer un mejor descanso al contribuir a la síntesis de serotonina y melatonina, hormonas clave en la regulación del sueño.
- Apuesta por vegetales cocidos: “Los vegetales aportan fibra, vitaminas y minerales esenciales para el descanso. Si tienes digestiones pesadas, prioriza los vegetales cocidos en lugar de crudos para evitar inflamación. Purés y cremas son opciones ideales para la cena”, asegura Estíbaliz
- Incorpora omega-3 en la cena: El pescado azul como las sardinas, caballa o anchoas son muy ricos en omega-3. “Estos tienen propiedades antiinflamatorias que favorecen el descanso. Se recomienda consumirlo al menos 2-3 veces por semana”, cuenta.
- Cuida tu hidratación y evita estimulantes: “Limita el consumo de café y té a partir de media tarde, ya que la cafeína puede interferir en la conciliación del sueño”, revela. Como alternativa, puedes optar por infusiones relajantes como la manzanilla o la valeriana.
- Elige postres adecuados: “Productos como el kéfir o el yogur natural (preferiblemente de cabra u oveja) aportan probióticos beneficiosos para la salud intestinal. Para endulzar de forma saludable, las frutas de bajo índice glucémico, como los arándanos o frutos rojos, son una excelente opción”, acaba la especialista