Sandra Moniño participó en el podcast Con Jengibre y Limón, de María Pérez Espín donde analizó el impacto de los caldos envasados en la dieta diaria y subrayó que no todos son opciones saludables.
Aunque reconoce que pueden ser una alternativa válida para quienes tienen poco tiempo para cocinar, advirtió que es fundamental leer la lista de ingredientes para evitar productos ultraprocesados.
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“Tiene que llevar poquitos ingredientes porque si no se consideran ultraprocesados y no son saludables”, afirmó. Sandra explicó que un caldo envasado de calidad debe contener ingredientes básicos y naturales, similares a los de una preparación casera.
“Por ejemplo, en el caso de los caldos, que a lo mejor llevan calabacín, pimiento, cebolla, tal. O sea, que llevan muchos tipos de verduras, me parece perfecto además. Me parece muy bien”, comentó.
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Entre los elementos recomendados están el agua, el pollo de corral o carne de calidad, verduras frescas como apio, cebolla y zanahoria, y una cantidad moderada de sal marina.
Sin embargo, si el producto contiene aceites refinados, potenciadores de sabor como el glutamato monosódico o almidones modificados, es preferible descartarlo.
María Pérez y Sandra Moñino
Pese a que en más de una ocasión es un recurso válido que saca de apuros, la nutricionista deja claro que no pueden compararse con los hechos en casa. “No va a ser igual que un buen caldo que te preparas en casa”, dijo.
Según Sandra, la cocción prolongada de un caldo casero no solo aporta más sabor, sino que también proporciona un mayor contenido de colágeno y minerales esenciales.